Jacques y Gabriella de Mónaco revolucionan el Gran Premio de Fórmula E

Es una de las citas más importantes del Principado de Mónaco y en esta ocasión ha contado con unos espectadores de excepción. El príncipe Alberto de Mónaco no ha faltado este sábado al ePrix de Mónaco de Fórmula E y lo ha hecho en muy buena compañía. Ha sido junto a su sobrino, Pierre Casiraghi, gran amanta de este deporte pero, además, junto a sus hijos que, como no podía ser de otra manera, han acaparado todo el protagonismo.

Después de la polémica de la pasada semana por los comentarios de algunos hinchas del Olympique de Lyon que recordaron el trágico accidente que le costó la vida a Grace Kelly y lo compararon con el resultado del partido, el soberano ha recuperado la sonrisa en una divertida jornada en la que se ha echado de menos a la princesa Charlene quien, en ocasiones, participa en el acto.

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El príncipe Alberto ha estado acompañado de sus hijos menores, los príncipes Jacques y Gabriella, de 6 años, así como de la hija del hermano de Charlene, Kaia Rose, de 8 años. A juzgar por las imágenes que estos días han inundado las redes, los tres niños han disfrutado mucho de su día en las carreras, y no han parado quietos un momento. Uno de los detalles que más ha llamado la atención es la especial complicidad que existe entre la princesa Gabriella y su padre, que se le ha echado a los brazos en más de una ocasión mientras que Jacques observaba atentamente el circuito. Una prueba clara de que la pequeña es el ojito derecho del soberano.

Para esta jornada, los Príncipes han vestido de manera informal y calzado zapatillas. Jacques ha apostado por unos pantalones vaqueros, una camisa azul con cuello mao y gafas polarizadas, mientras que Gabriella ha llevado un peto vaquero de la firma Monnalisa con una camiseta rosa. Su prima ha apostado por un vestido en uno de los estampados de tendencia, los cuadros vichy.  En esta ocasión, mientras que los adultos han llevado mascarillas, a los pequeños no se les ha visto con ellas.

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Aunque en otras ediciones de la carrera tanto Charlene como la esposa de Pierre Casiraghi sí asisten al premio, esta vez no han hecho acto de presencia. Tampoco se ha visto a Andrea Casirgahi ni a su esposa, aunque la competición se disputa hasta el 23 de mayo, de manera que aún hay tiempo para que se reúna toda la familia en una de las citas más emblemáticas del Principado, que además refleja la gran pasión de los Grimaldi por el mundo del motor. Una pasión que, a tenor de lo ocurrido este fin de semana, ya van heredando los más pequeños de la familia.