HACE MÁS DE DOS DÉCADAS

La inesperada muerte que marcó el comienzo de año más triste de la Familia Real

La Familia Real inició el año 2000 en Lanzarote en lugar de en Baqueira.

La madre de Juan Carlos I falleció a los 89 años en La Mareta.

Fue un estreno de año complicado para los Borbones.

Juan Carlos I
Juan Carlos I en una imagen reciente. / Gtres
  • Lito Reyes
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En 1999, la Familia Real decidió despedir el año y dar comienzo al año 2000 toda junta en Lanzarote, en lugar de en la estación de Baqueira, como hasta entonces había sido tradición. Hasta el Palacio de La Mareta se trasladaron don Juan Carlos con doña Sofía y sus tres hijos, todos juntos con sus respectivos consortes -menos don Felipe, que todavía no conocía a doña Letizia-. La madre de Juan Carlos I, la condesa de Barcelona, también les acompañó, así como las familias de las infantas Pilar y Margarita. Una reunión por todo lo alto que terminó de una manera inesperada: con la muerte de la madre Juan Carlos I, para quien la familia siempre fue una prioridad.

El 2 de enero, doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, condesa de Barcelona y princesa de las Dos Sicilias por vía paterna, falleció pocas semanas después de cumplir 89 años en el Palacio de La Mareta. El residencia, ubicada en una de las zonas más espectaculares del archipiélago canario, había sido obra de César Manrique y Fernando Higueras y debe su nombre a que en el lugar en el que se encuentra había antes una mareta, esto es, un aljibe que servía para recoger el agua de lluvia y que se utilizaba como bebedero.

La Mareta

Palacio de La Mareta en Lanzarote. / Gtres

En aquel momento, la madre de don Juan Carlos no tenía problemas de salud, pero el destino quiso que falleciera poco después de comenzar el año, mientras descansaba plácidamente tras un almuerzo. Fue enterrada en la zona dedicada a los reyes del panteón del Monasterio del Escorial, junto a los restos de su marido, el conde de Barcelona.

Juan Carlos I, Condesa de Barcelona

Juan Carlos I con su madre. / Gtres

La muerte de doña María de las Mercedes coincidió con el día en el que el entonces presidente José María Aznar, acompañado de su esposa Ana Botella acudía a La Mareta en visita oficial. El inesperado fallecimiento provocó un rápido cambio de planes y todos los que se encontraban allí tuvieron que trasladarse precipitadamente, de hecho, don Felipe volvió a Madrid en el mismo avión militar que Aznar y su mujer.

Marcada por un dramático episodio

La Familia Real al completo no volvería nunca más a La Mareta, pero sí lo harían don Felipe y doña Letizia. El actual monarca y su esposa visitaron La Mareta en el año 2005, durante unas vacaciones navideñas, cuando la princesa Leonor apenas tenía dos meses. El palacio lo mandó construir el rey Hussein de Jordania, pero nunca se alojó en él, por lo que decidió regalárselo a Juan Carlos I en 1989. En 2015, y por deseo expreso del Rey Felipe la propiedad se puso a disposición del Gobierno, con el objetivo de la promocionar y la defender los intereses turísticos del país.

Rey Felipe, Reina Letizia, La Mareta

Don Felipe y doña Letizia en La Mareta. / Gtres

Según el acuerdo suscrito entre Patrimonio Nacional y el ministerio de Industria, Energía y Turismo, entonces dirigido por José Manuel Soria, La Mareta podría utilizarse para el establecimiento o refuerzo de lazos bilaterales o multilaterales con otros países y organizaciones en el ámbito turístico. Esto significa que podría recurrirse a la propiedad para promocionar la ‘marca España’, a través de actos relacionados con el turismo y la cultura. Han sido muchas las personalidades que, desde entonces, han pisado La Mareta, aunque la Familia Real no ha regresado.

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