Casa Real

Espontáneas y cercanas

De la granja a la panadería, pasando por los bailes: las actitudes más naturales de las royals

  • Diana Torres
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Atrás quedaron las falsas creencias que apuntaban a que las labores royal eran meramente diplomáticas. Cada vez son más las ocasiones en las que los Reyes de distintos puntos del mundo, y especialmente de Europa, se vuelcan plenamente con algunos sectores que habían permanecido en un segundo plano hasta ahora, sobre todo con aquellos que se han visto especialmente perjudicados por la llegada del covid.

Máxima de Holanda en Brielle / Gtres

Podría decirse que una de las primeras encargadas en abrir la veda de la naturalidad dentro del ámbito de la realeza fue Máxima de Holanda. La consorte holandesa siempre se ha mostrado muy cercana con sus seguidores en todos y cada uno de sus viajes, dando un paso más allá durante el pasado mes de marzo durante el Día Nacional del Voluntariado. Durante una ocasión tan especial, el Rey Guillermo y su esposa se desplazaron hasta la finca Op Aarde en Brielle, municipio de la Holanda Meridional que ocupa la antigua isla Voorne. Allí fue donde la Reina se enfundó en un comodísimo look de sudadera blanca, jeans y zapatillas para llevar a cabo actividades como lijar un banco de un jardín, limpiar la zona donde convivían cabras y ovejas e incluso podar unos perales. Unos quehaceres en los que la argentina puso todo su empeño y por los que fue alabada.

Victoria de Suecia en una panadería / Gtres

Pero ella no ha sido la única royal que ha mostrado su lado más espontáneo. Por un momento, Victoria de Suecia consiguió aparcar el protocolo al acudir a la inauguración de una mítica panadería en la que tuvo oportunidad de convertirse en una profesional de ese ámbito por un día. El enclave en cuestión, ubicado en la localidad de Alvsbyn, al norte de Suecia, se convirtió en el escenario perfecto para que la Reina se pusiera una bata y gorro blanco y paseara por las instalaciones de la panadería antes de ponerse manos a la obra con unos panecillos redondos y planos.

La Reina Letizia en Guadalajara / Gtres

Por otro lado, quien también parece haber tomado una actitud cada vez más desenfadada es la Reina Letizia. Era hace unas semanas cuando la esposa del Rey Felipe acudía al Tour de Talento de la Fundación Princesa de Girona y la empresa Trivu, donde no tuvo reparo en sumarse a la coreografía de unos chicos que estaban bailando la canción de Mi gente de J Balvin y Willy William. Algo muy similar a lo que ya hizo también Kate Middleton, cuando durante su gira por el Caribe junto al Príncipe Guillermo, se puso a bailar a golpe de tambor junto a la comunidad garífuna en Hopkins, cerca de la costa centroamericana.

Kate Middleton en el Caribe / Gtres

Y como es cierto eso de “de tal palo, tal astilla”, hay algunas herederas que ya se preparan para convertirse en reinas sin perder su personalidad. Prueba de ello es la actitud de la Princesa Leonor junto a la Infanta Sofía, quienes se fundieron en un cálido abrazo con la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas como testigo para despedirse antes de que la mayor se marchara a Gales a estudiar.

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