Felipe y Letizia: logros y retos tras siete años en el trono

Siete años después de que don Juan Carlos abdicara la Corona en su hijo, el entonces príncipe Felipe, la situación de la monarquía es muy diferente. De una institución cuya popularidad estaba bajo mínimos y aquejada de escándalos, los Reyes han conseguido estabilizar su imagen y, a pesar de que no gozan de una amplia popularidad en estos momentos, sí que han logrado mantener cierto equilibrio.

Una situación en la que tiene mucho que ver la promesa del monarca en lo que respecta a la transparencia. Ya en su discurso de proclamación, don Felipe auguró “una nueva monarquía para un tiempo nuevo”, cuyas bases ha ido perfilando con el paso de los años.

En esta tarea mucho ha tenido que ver el papel de doña Letizia. A pesar de algunas de las críticas iniciales que recibió la hoy consorte, la realidad es que ha sabido encontrar su hueco. Si bien es cierto que sigue siendo una de las personas más observadas del mundo, sobre todo en términos de estilo, la esposa de Felipe VI ha sabido utilizar la moda para dar visibilidad a sus causas y evitar en cierta medida que solo se hable del aspecto más superficial de su agenda. Por ejemplo, hace unos días, recurrió a un look de Ulises Mérida elaborado en colaboración con un grupo de mujeres víctimas de la trata que habían salido adelante gracias al apoyo de APRAMP, en un gesto para dar visibilidad a uno de los problemas más importantes que afectan todavía a muchas mujeres.

En los últimos años, además, doña Letizia ha ido ampliando su agenda. Un hecho que tiene mucho que ver con el paso atrás que ha dado la reina doña Sofía. Aunque es cierto que, a diferencia de don Juan Carlos, la madre de Felipe VI sigue siendo parte de la agenda oficial, su participación en actos institucionales ha quedado muy reducida por motivos obvios. Al margen de esto, la actividad de doña Letizia se está concentrando en cuestiones relacionadas con la infancia y la juventud, la cultura y la educación y, sobre todo, la mujer, tanto en lo que respecta al empoderamiento femenino como en temas de violencia doméstica. De hecho, en 2019, recibió el Premio del Observatorio Nacional contra la Violencia de Género por su labor en este ámbito.

Al margen de la agenda de doña Letizia, una de las cuestiones más importantes de estos siete años de reinado ha sido la evolución de Leonor. La hija mayor de los Reyes se convertía en princesa de Asturias en el momento en el que don Felipe asumía la jefatura del Estado, aunque poco a poco ha ido ganando terreno. Su participación en los Centenarios de Covadonga en 2018, la imposición del Toisón de Oro en el 50 cumpleaños del Rey, el debut en Oviedo y Barcelona o su primer acto en solitario son algunos de los hitos que han marcado, sobre todo, los últimos tres años de la vida de Leonor. A pesar de que el próximo mes de agosto la Princesa se marcha a Gales para continuar su formación y cursar el Bachillerato Internacional, ya ha comenzado a perfilar claramente su camino como futura reina, con una imagen limpia y transparente que permitirá reforzar la de la Institución.

De la misma manera que Leonor ya tiene el camino marcado, hay muchas incógnitas sobre el futuro de la infanta Sofía, a quien apenas hemos escuchado hablar. Se espera que con la ausencia de la Princesa, su hermana pueda aumentar su presencia en actos públicos, pero esta es una cuestión que aún está por determinar.

El gran escollo con el que se ha encontrado don Felipe -y por ende doña Letizia- son los escándalos que aquejaban a la institución en los últimos momentos del reinado de don Juan Carlos. De hecho, hasta el pasado año, han sido un fantasma que planeaba sobre la vocación de transparencia del hoy rey. La salida del padre de Felipe VI del país ha marcado un claro antes y un después, sin embargo, son muchas las incógnitas que aún planean sobre este asunto. Afincado en Abu Dabi y sin claridad por ahora sobre las investigaciones en torno a su persona -por las regularizaciones que ha hecho con la Agencia Tributaria-, son muchas las dudas que se plantean sobre el padre de Felipe VI, de quien el monarca ha tenido que tomar distancia para proteger a la Corona y asegurar la supervivencia de la misma.

Así las cosas, este aniversario es especialmente complejo para don Felipe y doña Letizia. Con doña Sofía casi retirada de la actividad oficial, la princesa Leonor a punto de marcharse y la Infanta en una edad demasiado temprana, son ellos dos quienes asumen todo el peso de la representación de la Corona. Una labor difícil en un momento en el que para muchos la monarquía se presenta como una institución fuera de tiempo.