El gran reto al que se enfrenta la Familia Real en su reencuentro
El núcleo central de los Borbones tiene ante sí la ocasión perfecta para recuperar el prestigio de la Institución.
La espera ha sido larga pero por fin podremos ver a la Familia Real junta de nuevo en un acto oficial. Ocho meses han pasado desde la última vez que don Felipe y doña Letizia, acompañados de sus hijas y de don Juan Carlos y doña Sofía se presentaron ante los medios en un acto que no estuvo exento de polémica. Fue en Palma de Mallorca el pasado mes de abril, durante la misa de Pascua, una jornada que pasará a la Historia como la del ‘rifirrafe’ de las reinas, el momento en que la esposa de Felipe VI impidió a su suegra hacerse una foto con sus nietas y la princesa de Asturias apartó la mano de su abuela ante la mirada de su madre.
La misa de Palma de este año marcó un antes y un después en el clan Borbón. Por primera vez en mucho tiempo, la imagen de la Institución volvía a estar en juego -doña Letizia llegó a ser abucheada-, algo que no ocurría desde los tiempos del escándalo Nóos y se hacía necesaria una campaña de recuperación. Por fortuna, las aguas han vuelto a su cauce, de hecho, se ha retornado a una situación previa a la que ha llevado a prisión al marido de la infanta doña Cristina.
Pese a que ya el pasado 5 de noviembre la Casa del Rey dio un paso al frente al permitir que la hija menor de don Juan Carlos y sus hijos reaparecieran en la fotografía oficial del cumpleaños de doña Sofía junto a los Reyes, lo cierto es que todavía no se ha vuelto a ver en un acto de agenda a los Eméritos y a los actuales monarcas con sus hijas desde que ocurriera el incidente mallorquín. Mucho se habló de que doña Sofía y don Juan Carlos deberían haber estado presentes en Covadonga cuando la princesa Leonor se confirmó como heredera de la Corona el pasado 8 de septiembre, de la misma manera que asistieron a la ceremonia de entrega del Toisón a la primogénita de don Felipe a principios de año, o incluso podían haberla acompañado el día de su cumpleaños a finales de octubre, cuando hizo su primera lectura en público -precisamente en el marco de las actividades previstas por el aniversario de la Carta Magna-. Sin embargo, parece que entonces no se consideró que fuera necesaria su presencia. Ahora la situación es distinta.
Este año, los Eméritos han celebrado su 80 cumpleaños y aunque a principios de año se habló de varios homenajes para conmemorar tan significativa cifra, lo cierto es que los actos han sido escasos. Fuentes cercanas al padre de Felipe VI afirmaban que el exmonarca no estaba muy contento con la situación, sobre todo cuando se especulaba con que podría no considerarse prioritario que asistiera a los actos de celebración del aniversario de la Carta Magna, igual que no estuvo el pasado año en el aniversario de las primeras elecciones democráticas de 1977, una situación que provocó su malestar, sobre todo por el importante papel que ejerció en la Transición. Esta vez, no faltará y además ocupará un lugar preeminente.
Por ahora se ha confirmado que el núcleo central de la Familia Real estará en el Congreso, falta por saber si doña Elena o la infanta Cristina, que ya ha regresado de iure y de facto al seno familiar les acompañarán en un día tan especial y ofrecerán la imagen de concordia y armonía que todo el mundo está esperando.