Increíble, pero cierto: Todas las veces en las que la siempre profesional reina Sofía se saltó el protocolo
La madre del rey Felipe cumple 80 años
Siempre perfecta y siempre en su sitio. Si hay un término que define a la reina doña Sofía ese es, sin duda, profesionalidad. La madre de Felipe VI cumple hoy ochenta años, de los cuales ha pasado más de la mitad al servicio de la Corona. En un discreto segundo plano, sin buscar el protagonismo, es consciente de que en más de una ocasión acaparaba todas las miradas. Aunque es una perfecta conocedora de las normas protocolarias, en varias ocasiones, doña Sofía, las ha pasado por alto. La mayoría de las veces para transmitir un mensaje concreto y destacar que no siempre el protocolo, por muy correcto que pueda parecer, es la opción más acertada. Recordemos las cinco ocasiones en las que la madre de Felipe VI se saltó el protocolo:
Palma de Mallorca, abril 2018
La última y la más llamativa vez en la que doña Sofía hizo caso omiso a las normas fue durante la pasada Misa de Pascua. En esta ocasión la jugada no le salió muy bien y su error de protocolo fue más por una cuestión de apelar a su faceta de abuela que por otras cuestiones. El famoso ‘rifirrafe’ entre la madre y la esposa del Rey fue producto de la insistencia de doña Sofía por hacerse una foto con sus nietas, algo que resulta bastante natural pero que no fue del agrado de la reina doña Letizia y que ha hecho correr ríos de tinta.
El ‘rifirrafe’ de las Reinas / Gtres
Una reina impaciente
En 2014, doña Sofía demostró que no siempre es tan cándida y paciente como aparenta y en un besamanos en la catedral de la Almudena se salió de la fila para indicar a su personal que acelerara el paso. Ver para creer.
Discusiones con don Juan Carlos
Si ver a doña Sofía haciendo aspavientos no ha sido suficiente, no podemos obviar el bochornoso momento durante la visita de Benedicto XVI, cuando tanto ella como don Juan Carlos dejaron de lado el protocolo y parecían estar interpretando una comedia en la que jugaban a cambiarse de posición al lado del Pontífice, discusión incluida.
Por una buena causa
Dicen que los Reyes deben mantener las formas y la distancia, pero doña Sofía nunca se ha caracterizado precisamente por mantenerse al margen de las causas que le preocupan. Ha sido y sigue siendo una reina cercana y nos ha regalado entrañables momentos, aunque ello le haya supuesto desafiar al protocolo, como cuando se arrancó a bailar una ‘chingomana’ en Mozambique ataviada con una tradicional ‘capulana’.
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Una reina ¿feminista?
Sin duda, la ocasión más memorable en la que doña Sofía alteró el protocolo fue el 20 de enero de 2005. Lo hizo de manera consciente durante una visita oficial de los entonces reyes a Marruecos. La Reina alteró el ceremonial, pero sobre todo, la tradición del país anfitrión desde el primer momento que puso un pie allí. Doña Sofía advirtió que la esposa del Rey era relegada en todos los actos, de hecho, ni siquiera tenía acceso a la tribuna de honor de los invitados, sino que permanecía escondida entre la multitud.
Doña Sofía quiso darle un papel especial y casi exigió su presencia agarrándola por el brazo. Si esto no causó suficiente escándalo de por sí, en el Palacio Marchane de Tánger, desafió aún más los convencionalismos al exigir a todo el cortejo, que cumplimentara a la esposa del monarca marroquí. Un pequeño gesto para doña Sofía que, sin embargo, lo significó todo para la princesa Salma, en un país donde la mujer se encuentra completamente subordinada al hombre. Salma fue reina por un día gracias a la monarca española, para quien desafiar el protocolo supuso, esta vez, un bien mucho mayor.