Cronología de la caída en desgracia de Andrés de York: del caso Epstein a la última polémica
Andrés de York ha visto su vida marcada por varias controversias que han empañado su imagen pública
Su declive en la esfera pública comenzó a gestarse en la década de los 90
No obstante, fue a partir de 2019, con el escándalo de Jeffrey Epstein, que su caída en desgracia se aceleró
Andrés de York, hijo de la Reina Isabel II y uno de los miembros más conocidos de la familia real británica, ha visto su vida marcada por varias controversias que han empañado su imagen pública. Su declive en la esfera pública comenzó a gestarse en la década de los 90, pero fue a partir de 2019, con el escándalo de Jeffrey Epstein, que su caída en desgracia se aceleró. En LOOK queremos hacer un repaso por los momentos clave que han definido la decadencia del príncipe Andrés, hasta llegar a la última polémica de esta misma semana, relacionada con una denuncia por el uso de un nombre falso para crear una empresa.
La amistad con Jeffrey Epstein
La relación entre el príncipe Andrés y el financiero estadounidense Jeffrey Epstein fue uno de los puntos de inflexión en la vida del hijo de la reina Isabel II. Epstein, quien fue arrestado en 2019 bajo cargos de abuso sexual y tráfico de menores, mantuvo una estrecha relación con varias personalidades de la política y el entretenimiento, incluyendo al príncipe Andrés. Se reveló que Andrés había visitado la mansión de Epstein en Nueva York en múltiples ocasiones y había volado en su avión privado.
La situación se complicó cuando Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein, acusó al príncipe Andrés de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años. Aunque el príncipe siempre negó las acusaciones, la controversia creció, especialmente después de que se publicaran fotografías en las que se le veía junto a Giuffre. En 2021, Andrés llegó a un acuerdo fuera de los tribunales con Giuffre, pagando una suma importante sin admitir culpabilidad. Sin embargo, el daño a su reputación ya estaba hecho.
La renuncia a los deberes reales
El escándalo con Epstein provocó que la familia real británica tomara decisiones drásticas con respecto al príncipe Andrés. En enero de 2022, el hijo de Isabel II renunció a sus funciones reales de forma indefinida. En un comunicado oficial, el palacio de Buckingham indicó que Andrés no podría llevar a cabo tareas públicas ni representar a la reina en eventos oficiales. Esta decisión se produjo en medio de la presión mediática y la condena pública por su vinculación con Epstein y las acusaciones de abuso sexual.
Además, Andrés perdió varios de sus títulos honoríficos y el apoyo institucional. Entre los títulos que se le retiraron se encontraba su puesto como comandante honorario en varias unidades del ejército británico. La renuncia a su rol de «duque de York» fue otro golpe simbólico en su caída.
La última polémica: denuncia por usar un nombre falso para crear una empresa
El príncipe Andrés no ha dejado de estar en el ojo del huracán mediático. Esta semana, una nueva polémica ha surgido en torno a su figura, que parece confirmar la continuidad de su caída en desgracia. Según ha trascendido, el príncipe Andrés ha sido denunciado por utilizar un nombre falso para crear una empresa. La denuncia ha sido presentada por la organización antimonárquica Republic, que acusa al príncipe de falsificar documentos oficiales. Graham Smith, director ejecutivo del organismo, ha presentado la queja ante Scotland Yard, y la Policía Metropolitana está considerando acciones adicionales.
El duque de York empleó el nombre ‘Andrew Inverness’ para establecer la firma de inversiones privadas Naples Gold Limited en colaboración con el magnate deportivo Johan Eliasch. El uso del nombre ‘Inverness’ se deriva de uno de los títulos menos conocidos del príncipe Andrés, el de conde de Inverness, heredado de su madre, la Reina Isabel II cuando se casó con Sarah Ferguson.
El futuro de Andrés de York
El príncipe Andrés ha experimentado una caída vertiginosa en los últimos años. De ser uno de los miembros más prominentes de la familia real, ha quedado relegado a un segundo plano, rodeado de escándalos y pérdidas de apoyo institucional. A pesar de los esfuerzos por parte de la familia real para minimizar su presencia en la esfera pública, la sombra de su vinculación con Jeffrey Epstein y sus recientes problemas legales continúan acechando su figura.
Su futuro dentro de la familia real parece cada vez más incierto, ya que no hay indicios de que su imagen pública pueda ser rehabilitada en el corto plazo. Si bien su situación podría haber sido atenuada en otros tiempos por el apoyo de la monarquía, la actual situación mediática y judicial lo coloca en una posición difícil.