Carolina, Carlota y Carole Bouquet: la ‘tríada’ de glamour que ha desbancado a Charlene

Noche de glamour y elegancia en Montecarlo, sin la presencia de los príncipes Alberto y Charlene. El brillo de antaño ha regresado a Mónaco de la mano de la princesa Carolina, una de las figuras clave en el pequeño país y cuya sofisticación nunca deja a nadie indiferente. Este fin de semana se ha celebrado en la ópera de la capital monegasca la gala por el 60 aniversario de la Asociación Mundial de Amigos de la Infancia (Amade).

Una velada en la que, además de Carolina de Mónaco, también ha asistido su hija mayor, Carlota Casiraghi y su suegra, Carole Bouquet. La actriz y madre de Dimitri Rassam es amiga de la princesa de Hannover y ha vuelto a demostrar, una vez más, la buena sintonía que tiene con ella. Sin embargo, ha sido inevitable que entre ambas se produzca un duelo de estilo, del que la sobrina de Alberto de Mónaco también ha sido partícipe. Tres damas que, con su elegancia, han conseguido dejar de lado a la esposa del soberano.

Para esta cita, la princesa de Hannover se decantó por un elegante vestido largo en uno de sus colores fetiche, el azul marino, con detalles de encaje. Un modelo que le sentaba como un guante y que pertenece a Chanel. De la misma manera, su hija mayor también apostó por la Maison francesa, eso sí, con un estilismo mucho más llamativo. Carlota Casiraghi lució un vestido largo en tejido satinado y estampado de cebra. Por su parte, la madre de Dimitri Rassam, muy elegante con un conjunto de falda negra de vuelo en tafetán y chaqueta de tweed en tonos rosas. A la cita también han asistido el hijo mayor de Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, así como Dimitri Rassam, marido de Carlota Casiraghi.

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Amade, es una asociación creada en el año 1963 por la princesa Grace de Mónaco y presidida desde 1993 por Carolina de Hannover. Esta organización centra su trabajo en la infancia y en la juventud y ayuda cada año a más de 400.000 niños en diferentes países ubicados en los cuatro continentes. La ONG busca fomentar un mundo en el que cada niño, sea cual sea su origen, pueda vivir con dignidad, seguridad y con el respeto de sus derechos fundamentales.

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Este ha sido el último acto oficial de la princesa de Hannover en esta semana, en la que también la hemos podido ver junto a su hija en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe Pierre y en una audiencia de dicha fundación en compañía del príncipe Alberto. A pesar de que es el soberano el que concentra la parte más intensa de la agenda institucional, lo cierto es que Carolina de Mónaco sigue ocupando un papel esencial de apoyo para su hermano, sobre todo, ante las repetidas ausencias de la princesa Charlene, de las que no siempre se dan explicaciones.