Camila Parker abre el joyero de la Reina Isabel y se ‘corona’ con una de sus tiaras más simbólicas

Noche de estreno para la reina Camila. El rey Carlos y su esposa han participado en una cena en Mansion House con la que ha cumplido con una de las tradiciones más antiguas de la ciudad. Una velada en la que el monarca ha reconocido el trabajo de las instituciones cívicas de la ciudad de Londres y de las Livery Companies, los gremios comerciales antiguos y modernos de la ciudad. Se trata de una tradición que se remonta al siglo XVII, en torno a la primera visita de un nuevo monarca a la City de Londres (la milla cuadrada establecida por los romanos como ‘Londinium’). Más de seis meses después de su coronación, el Rey ha cumplido con esta tradición y ha acudido en compañía de su esposa, que ha acaparado todas las miradas.

La Reina ha apostado en esta jornada por estrenar algunas de las piezas más icónicas del joyero de su suegra, Isabel II. A pesar de que, hasta ahora, Camila Parker Bowles se había mostrado relativamente discreta en el uso de las alhajas que pertenecieron a la difunta Reina, esta vez ha sorprendido con una tiara y un collar con especial significado.

La esposa de Carlos III se ha decantado por una diadema de diamantes que se conoce como la tiara de las Niñas de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Según el Royal Collection Trust , esta diadema fue un regalo de bodas de las ‘Chicas de Gran Bretaña e Irlanda’ a la entonces duquesa de York, más tarde reina María de Teck, en el año 1893. Más tarde, la Reina Isabel la recibió de su abuela como regalo de boda. La madre de Carlos III usó la pieza en numerosas ocasiones a lo que se añade que incluso fue retratada con ella en fotografías oficiales que se utilizaron para algunos billetes y monedas tanto en el Reino Unido, como en el países de la Commonwealth.

No ha sido esta la única joya especial que ha llevado en esta noche la reina Camila. La esposa de Carlos III ha lucido un collar y una pulsera de diamantes que también pertenecieron a su suegra. El collar de platino y diamantes fue un regalo del Gobierno y la Unión de Sudáfrica por el 21 cumpleaños de la entonces princesa Isabel. En origen constaba de 21 diamantes unidos por por dos diamantes más pequeños y un diamante de talla baguette. Sin embargo, en 1952 el collar se acortó hasta tener de 15 piedras grandes. Las seis piedras que se quitaron se convirtieron en un brazalete a juego que la reina Camilla también ha llevado en esta ocasión. Un doble tributo a la Reina Isabel por parte de su nuera que, hasta ahora, había sido muy cauta en el uso de las piezas del joyero real.

En cuanto a su estilismo, Camila Parker Bowles se decantó por un diseño en color negro con detalles de pailletes de una de sus firmas de cabecera, Bruce Oldfield, y que ya ha lucido en más de una ocasión. Bruce Oldfield, además de ser el responsable del look de la coronación de la reina Camila, ha estado detrás de algunos de sus mejores estilismos -también de algunos de los de Diana de Gales, curiosamente-.

No es la primera vez que Camila recurre a joyas de la Reina Isabel, particularmente, a diademas diferentes de las que ha usado en su etapa como duquesa de Cornualles. Sin embargo, en el primer año tras la muerte de la monarca, la esposa de Carlos III se había limitado a utilizar el conjunto de zafiros y diamantes que también era especialmente simbólico para Isabel II, puesto que había sido también un regalo de boda para la Reina, en este caso, de su padre, Jorge VI.