Los secretos del bautizo de Adrienne de Suecia

Día de celebración en Suecia. La princesa Magdalena bautiza a su tercera hija, Adrienne, que llegó al mundo el pasado 9 de marzo. La que ya es duquesa de Blekinge recibirá las aguas bautismales en una discreta ceremonia en la capilla del Palacio de Drottningholm a la que acudirá toda la familia. El mismo lugar y según la misma tradición que sus hermanos y sus primos, aunque con alguna novedad.  La celebración será oficiada por el arzobispo Antje Jackelen y el obispo Johan Dalman y está previsto que una vez finalizada se lleve a cabo una recepción en Palacio.

Sin padrinos ‘reales’

La tercera hija de Magdalena de Suecia se queda sin padrinos de sangre real. Según confirma la Casa Real, Adrienne tendrá de padrinos a  Anouska d’Abo, Coralie Charriol Paul , Nader Panahpour, al Barón Gustav Thott, Charlotte Kreuger Cederlund y a Natalie Werner. Es la primera vez que un nieto de los Reyes se queda sin padrinos reales. Pese a que los rumores apostaban por el príncipe Daniel o la princesa Sofía, finalmente los padres han preferido decantarse por amigos. Sus otros hijos sí que cuentan con padrinos de sangre real, sus tíos los príncipes Victoria y Carlos Felipe.

El faldón

El faldón de cristianar que llevará Adrienne tiene una larga historia. Fue utilizado por primera vez en 1906 para el bautizo del príncipe Gustavo Adolfo y después también lo lucieron sus hermanos, los príncipes Sigvard, Bertil y Carl Johan y la reina Ingrid, así como sus hijos. En la historia más reciente, lo han llevado el actual rey y todos sus descendientes.

El faldón está elaborado en algodón, encaje de bolillos y cuenta con una enagua de seda satinada. En el bautizo de la princesa Margareta en 1935 se añadió al faldón una capa de seda en color crema, en la que se han ido bordando los nombres y las fechas de las ceremonias de bautismo de cada uno de los reales miembros.

El agua, la pila y otros detalles

Agua primaveral de la isla de Öland. Esto es lo que marca la tradición. La tercera hija de Magdalena de Suecia, al igual que cualquier otro miembro actual de la realeza sueca, será bautizada con agua traída directamente de la isla de Öland. Solo el Rey fue bautizado con aguas del Jordán, que hasta entonces era una tradición, pero ya en el caso de la princesa Victoria se utilizó agua genuinamente sueca.

En la colección real de los Bernadotte aún se guarda una pequeña botella que contiene agua del Jordán con una nota manuscrita de la reina Victoria en la que pone que se empleó para bautizar al príncipe Carl Johan en 1916.

La mesa bautismal data del siglo XVII y fue elaborada en el taller del maestro Burchard Precht. Está tallada en madera, es de estilo barroco tardío y tiene las patas adornadas. El cuenco bautismal es de plata y fue elaborado en la misma época que la mesa por Johannes Meijding.

Una cuna real

Una vez concluida la ceremonia, la Princesa descansará en la cuna de Carlos XV. Esta cuna fue elaborada por el nacimiento del monarca en 1826 según un diseño del arquitecto Per Axel Nyström. La cuna fue utilizada como cuna diaria tanto por el príncipe Carlos y sus hermanos Gustavo y Óscar, pero a partir de 1830 pasó a formar parte del ceremonial de bautizo real.

Escudo de armas y monograma

La recién nacida ya cuenta con su propio escudo de armas y monograma. Desde la Edad Media, los reyes y los príncipes han recibido sus escudos con los símbolos de la dinastía a la que pertenecían. En el caso de los Bernadotte, los escudos de sus miembros suelen tener la misma estructura desde el siglo XV, con el león de la Casa de Folkung y las tres coronas que simbolizan Suecia. El de Adrienne cuenta con estos elementos y ha sido diseñado  Henrik Dahlström, artista heráldico de los Archivos Nacionales. El monograma de la Princesa es una ‘A’ bajo una corona y lo diseñó Vladimir A. Sagerlund.