Un año de la crisis de salud que unió aún más a Kate Middleton y al rey Carlos III
La princesa de Gales ha anunciado que su cáncer está en remisión
El rey Carlos III continúa en tratamiento, pero ha retomado su agenda al completo
La familia real británica acaba de cerrar el que, probablemente, ha sido uno de sus años más duros. Un annus horribilis como el que pasó la Reina Isabel II en 1992 aunque, en este caso, por motivos muy diferentes. Para Carlos III y su entorno, el año que acaba de terminar ha estado marcado por las constantes preocupaciones por la salud, a lo que se han sumado otras cuestiones que, obviamente, han perdido relevancia ante problemas tan graves como la enfermedad del jefe del Estado y la de la princesa de Gales, Kate Middleton. Un cáncer que, según ha trascendido, ha fortalecido aún más la relación entre el monarca y su nuera.
Apenas habían pasado 15 días del mes de enero cuando el Palacio de Kensington anunció que la esposa del príncipe Guillermo había tenido que pasar por quirófano para someterse a una cirugía abdominal programada. En ese momento no se produjo una gran alarma, aunque sí algo de preocupación porque el mismo comunicado que anunció la intervención comentó que estaría ausente varias semanas.
Kate Middleton en Londres. (Foto: Gtres).
Pocas horas después, cuando todavía no habíamos asimilado la noticia, el Palacio de Buckingham confirmaba que el rey Carlos III también iba a pasar por quirófano. En su caso, por una hiperplasia benigna de próstata. Los dos coincidieron en el mismo hospital -la London Clinic- pero en el caso del monarca se dieron más detalles sobre el procedimiento.
De hecho, incluso supimos con relativa rapidez -aproximadamente una semana después de salir del hospital- que durante su estancia en el centro médico se le había diagnosticado un tipo de cáncer. No se dieron detalles de la clase de cáncer, ni tampoco del tratamiento, pero, con el tiempo se confirmó el motivo por el cual el monarca no quiso que se hiciera público: para evitar que se focalizara únicamente en su tipo de cáncer en lugar de en todos los enfermos de estas patologías.
Kate Middleton en un acto oficial. (Foto: Gtres).
La situación de Kate Middleton
A Kate Middleton no la pudimos ver ni entrar ni salir del hospital y la información sobre su estado llegó con cuentagotas, sobre todo, después de las continuas especulaciones sobre su estado y la situación con el príncipe Guillermo. Carlos III fue más claro y transparente, probablemente porque su papel de jefe del Estado así lo requería, sobre todo, después de que las últimas generaciones de los Windsor hayan sido absolutamente reservadas en cuanto a temas de salud.
En el mes de marzo, después de que un portal americano publicara una fotografía de la princesa de Gales en un coche en Windsor con su madre, y de la polémica que desató la imagen retocada con sus hijos del Día de la Madre, ella misma decidió tomar la palabra y revelar al mundo que padecía cáncer. Un desgarrador vídeo en el que Kate Middleton confirmaba la noticia y daba detalles sobre su tratamiento.
Kate Middleton en un compromiso. (Foto: Gtres).
A partir de ese momento cesaron las especulaciones sobre la relación de los príncipes de Gales y no hubo más rumores en torno a una presunta crisis matrimonial. Guillermo adaptó su agenda para estar al lado de su familia, con el total apoyo del rey Carlos.
En junio Kate Middleton anunció su reaparición en el cumpleaños oficial del rey y después en la final masculina de Wimbledon, a la que acudió con su hija Carlota y su hermana. Ya en septiembre llegó la mejor de las noticias, el final del tratamiento y el comienzo de una nueva etapa para la princesa, con una vuelta paulatina a la rutina.
Kate Middleton en Wimbledon. (Foto: Gtres).
A pesar de que todavía no se ha confirmado cuándo retomará por completo su agenda, hace apenas unos días, poco antes de que se cumpliera un año de su intervención, ella misma hizo una aparición sorpresa en el hospital en el que recibió su tratamiento. Kate Middleton habló de sus visitas privadas al centro, por una puerta lateral, y mostró todo su cariño a los que siguen luchando contra la enfermedad. La princesa eligió este escenario para confirmar que su enfermedad estaba en remisión y revelar cómo había sido su tratamiento. Sin comunicados oficiales ni tampoco notas de prensa. Declaraciones personales de la princesa de Gales que han supuesto un halo de esperanza para todas las personas que están en una situación similar.
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La gestión del rey Carlos III
Aunque Carlos III y la princesa de Gales han gestionado los temas relacionados con su enfermedad de una manera similar en algunos aspectos, también ha habido significativas diferencias. Sobre todo, relacionadas con la privacidad y la forma de comunicar la evolución de la situación. Algo que obedece a que la posición de cada uno de ellos es diferente -Carlos III es la cabeza más visible de la institución y el papel de Kate Middleton es más secundario- y probablemente también a la gravedad de la enfermedad -aunque de esto nunca se ha hablado públicamente-.
El monarca ha sido más transparente desde el primer momento, anunciando previamente su cirugía e informando del cáncer poco después. Kate Middleton tardó mucho más en hacerlo público y su vuelta a la agenda ha ido más despacio. Eso sí, ella sí que ha hablado de su tratamiento sin reparos, mientras que del rey solamente se tienen especulaciones.
El rey Carlos III a las puertas de la London Clinic. (Foto: Gtres).
Fue en el mes de abril cuando Buckingham anunció que el monarca retomaba su agenda oficial tras consultar con los médicos, pero nunca se ha llegado a decir que su enfermedad esté en remisión. Es más, las últimas informaciones apuntan a que continúa en tratamiento, a pesar de que está completamente reincorporado a la agenda. De hecho, desde su entorno le han instado a que se tome las cosas con más calma y se cuide, pero él ha heredado el compromiso con la institución que siempre caracterizó a la Reina Isabel II y, según el cual, es fundamental que se vea a los miembros de la institución para que se les aprecie. Una máxima que tiene muy interiorizada y con la que cumple siempre que puede.