El ‘annus horribilis’ del rey Carlos III: una crisis mucho peor que la de Isabel II
El 2024 está siendo un año complicado para la Familia Real Británica, sobre todo, por temas de salud
Existe un cierto paralelismo con el 'annus horribilis' por el que pasó la Reina Isabel en 1992
Este 6 de mayo se cumple un año desde que el rey Carlos III fuera coronado en una fastuosa ceremonia en la Abadía de Westminster. Una celebración por todo lo alto que se producía ocho meses después de la muerte de la Reina Isabel y con la que se daba oficialmente comienzo a una nueva etapa en el Reino Unido. A la cita, además de los miembros de la Familia Real, acudieron representantes de diferentes casas reales de todo el mundo y autoridades, en una ceremonia histórica en la que se fundía la tradición con el futuro. Nada hacía pensar que los primeros años de reinado del monarca iban a recordar a uno de los momentos más delicados del largo reinado de la Reina Isabel.
Aunque Carlos III ha sido jefe de Estado desde el momento en el que murió su madre, en septiembre de 2022, su coronación no se celebró hasta mayo del año pasado. En el caso de Isabel II, tuvo que esperar un año hasta que fue coronada, tras la prematura muerte de su padre a consecuencia de un cáncer.
El rey Carlos III, en un acto oficial. (Foto: Gtres)
El padre del príncipe de Gales se ha convertido en rey mayor -tiene 75 años-, después de más de medio siglo a la sombra de Isabel II. Por eso, no es de extrañar que haya querido hacer reformas en muchos ámbitos, para que la monarquía sea una institución más moderna y cercana. Sin embargo, se ha encontrado con una serie de factores externos que han hecho de este año un momento crítico en su reinado, en el que apenas tiene margen de maniobra.
El ‘annus horribilis’ de Carlos III
En el mes de noviembre de 1992, cuando se cumplían 40 años de la fecha en la que se convirtió en jefa del Estado, la Reina Isabel pronunció un discurso en el que hablaba de su ‘annus horribilis’, debido a una serie de situaciones que habían provocado una profunda crisis en su entorno. Las separaciones de tres de sus hijos y el incendio de una de sus residencias preferidas, el Castillo de Windsor, fueron algunos de los factores que hicieron que la monarca hablara de ese año como un momento crítico en su vida. Aunque ella nunca dijo abiertamente cuáles eran los motivos para que se refiriera a 1992 como su ‘annus horribilis’.
La Reina Isabel II, junto al rey Carlos III (Foto: Gtres)
Sin embargo, en realidad, el ‘annus horribilis’ de la Reina Isabel se ha quedado en nada si lo comparamos con el del rey Carlos III. Para el monarca, que no lleva ni siquiera dos años ocupando la jefatura del Estado, este 2024 está siendo un año crítico para él y su entorno, por cuestiones bastante más graves que las que preocupaban a la Reina Isabel-
El tema fundamental, sin lugar a dudas, la salud. Tanto la princesa de Gales, como el propio Carlos III padecen cáncer aunque, en el caso del monarca, ya se le ha permitido retomar su agenda. La preocupación por Kate Middleton sigue siendo una constante entre la opinión pública, es más, el hermetismo que caracterizó las primeras semanas tras su intervención jugó en contra de la buena imagen de los príncipes de Gales. Algo que Kate Middleton ha conseguido contrarrestar a través del emotivo vídeo en el que hablaba abiertamente de su situación.
Más allá de la salud
Los temas de salud no han sido el único elemento que ha generado preocupación al rey Carlos a lo largo de los últimos meses, aunque sí los más graves. Su hermano, el duque de York, le ha dado algún que otro quebradero de cabeza. El príncipe Andrés se encuentra alejado de la vida pública desde los tiempos de la Reina Isabel, por el escándalo del Caso Epstein. Sin embargo, a pesar de que llegó a un acuerdo con la norteamericana Virginia Giuffre, cada cierto tiempo los fantasmas del pasado vuelven.
El rey Carlos III, junto a Kate Middleton, en un acto. (Foto: Gtres)
Hace unas semanas, Netflix estrenó una película que repasaba la bochornosa entrevista de Emily Maitlis al duque de York a raíz del escándalo y, antes de eso, en enero, salieron a la luz nuevos documentos sobre Epstein que volvían a poner a Andrés en tela de juicio. A pesar de que su imagen pública está visiblemente dañada, el rey Carlos III no ha dado de lado a su hermano a nivel personal. Es más, incluso ha abierto las puertas a Sarah Ferguson -que también, por cierto, ha pasado por un cáncer de pecho y por un melanoma-, en un gesto de concordia familiar. Eso sí, siempre ha dejado claro que la esfera privada está al margen de lo institucional y que, para él, es una prioridad que la Corona no se vea afectada por polémicas o escándalos.
Un rayo de luz
A pesar de que no han sido unos meses buenos y que la institución continúa en horas bajas, sobre todo, por la falta de efectivos con capacidad para ejercer labores de representación, el comunicado que el Palacio de Buckingham emitió la pasada semana, en el que anunciaba el regreso a la actividad pública del rey Carlos III, es la mejor de las noticias.
Todavía es pronto para saber cómo se desarrollarán los próximos meses y, aunque el monarca no ha terminado con su tratamiento, ya ha retomado su agenda, lo cual transmite un mensaje de tranquilidad y de confianza en la institución. Ahora solamente queda esperar próximas noticias sobre Kate Middleton.