Muere Lucía Bosé a los 89 años de edad
Recluida en un pequeño pueblo segoviano de Brieva, se convirtió en la matriarca de una las mayores sagas de artistas de este país
‘Mami Blue’ ha dicho adiós. Transgresora, inteligente y con una vida de película. Así ha sido la trayectoria de Lucía Bosé que ha marcado parte de la historia cultural y social de nuestro país. La madre de Miguel Bosé ha fallecido este lunes a los 89 años de edad a causa de una neumonía, tras haber pasado tres días ingresada en el hospital. Recluida en un pequeño pueblo segoviano de Brieva, se convirtió en la matriarca de una las mayores sagas de artistas de este país.
Lucia Bose en su casa de Brieva en una imagen de archivo/Gtres
Aunque nació en Italia, fue en España donde desarrolló gran parte de su vida profesional y personal. En octubre de 1955 se casó con uno de los toreros que más carteles ocupaban en el momento. Luis Miguel ‘Dominguín’ y Lucía Bosé se dieron el sí quiero y fruto de esa relación nacieron sus tres hijos Miguel Bosé, Lucía Dominguín y Paola Dominguín. A partir de ellos, comienza un árbol genealógico que lo siguen la fallecida Bimba Bosé, Nicolás Coronado o la última brillante artista, Dora.
Lucía había hecho de su casa de Brieva su particular templo. En una localidad con casi apenas personas ni comercios, la matriarca había conseguido olvidarse del mundo social que durante gran parte de su vida le había perseguido. Sin embargo, hasta el final de sus vida, Lucía no perdió el buen humor, ingenio y felicidad que le caracteriza. No era extraño que su casa se tiñera de color -especialmente el azúl- y recibirá a cualquiera que tuviera el optimismo por bandera.
La actriz Lucía Bose a su salida de un juicio por apropiación indebida de un dibujo de Pablo Picasso/Gtres
Así lo mostraba ella misma en su última entrevista con Bertín Osborne quien demostraba no tener miedo a la muerte y además tener la intuición de que la vida no acababa con ella. «No creo en que las personas se vayan del todo. El físico desaparece, dejando un saco de mierda, pero el alma permanece».
Desde luego que su alma, siempre se quedará en el recuerdo.