Hablas los expertos

“Tuve depresión posparto y me quería divorciar”: el testimonio más duro de la maternidad de Ana Brito

La copresentadora del podcast 'Poco se habla' se convirtió en madre por segunda vez en junio de 2025

"Tuve depresión posparto y me quería divorciar todo el rato", ha confesado

Ana Brito en un evento. (Foto: Redes Sociales)
Ana Brito en un evento. (Foto: Redes Sociales)
  • Rosa Torres
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Ana Brito, creadora de El show de Briten y una de las voces más libres y afiladas del pódcast Poco se habla, que copresenta junto a Xuso Jones, se ha convertido en el contrapunto más necesario al discurso edulcorado sobre la maternidad. Su forma de contar lo vivido no romantiza ni maquilla: expone. Y en esa exposición hay verdad, rabia, humor y, sobre todo, una humanidad brutal que revela lo que muchas mujeres atraviesan en silencio. Además, ha sido madre por segunda vez en junio de 2025, lo que da aún más contexto y vigencia a su testimonio sobre el posparto.

Tuve depresión posparto y me quería divorciar todo el rato”, confiesa en Tómatelo con vino, el pódcast de María F. Rubíes y Ro Irisarri. Lo relata sin dramatismos impostados ni pose de fortaleza, porque lo que vivió no fue debilidad, sino una sacudida íntima que puso en jaque su sentido de identidad. Más que tristeza, describe una desconexión total: “Yo me doy cuenta de que tengo depresión porque me cuesta mucho estar triste, pero en esta etapa nunca estaba contenta, siempre enfadada. No era yo”.

Xuso Jones y Ana Brito en un podcast. (Foto: Redes Sociales)

Xuso Jones y Ana Brito en un podcast. (Foto: Redes Sociales)

A eso se sumó la idealización colectiva de la madre perfecta, sacrificada, disponible y eterna cuidadora, que la empujaba a sentir que fallaba en todas las direcciones. “Había un odio tremendo. ¡No te lo puedo explicar! Pensaba que no servía para nada y que los hombres son una raza absolutamente inferior. Y era como ir conduciendo el Titanic y el iceberg era mi marido». Su relato visibiliza el reverso emocional del posparto: la rabia, la soledad psíquica y la sensación de que la vida anterior desaparece sin aviso.

«Me dieron antidepresivos»

En su caso, ese torbellino hormonal y psicológico desembocó en medicación y acompañamiento profesional, algo que muchas mujeres no se permiten por vergüenza o por culpa.

Ana Brito copresenta Poco se habla con Xuso Jones. (Foto: Redes Sociales)

Ana Brito copresenta Poco se habla con Xuso Jones. (Foto: Redes Sociales)

El cambio de ritmo vital también fue devastador. “Antes yo estaba con mis amigas los viernes tomando un cocktail y ahora no puedo, porque a las 7 de la mañana está el niño llorando y a las 9 ya estás saliendo de casa porque están subiéndose por las paredes”, dice. Muy lejos del cliché de “todo compensa”, su relato señala el duelo de la libertad, el vértigo de la responsabilidad y la pérdida de identidad que atraviesan tantas madres.

Otro fragmento de su paso por la entrevista con María F. Rubíes y Rocío (Ro) Irisarri, en Tómatelo con vino. (Foto: Redes Sociales)

Otro fragmento de su paso por la entrevista con María F. Rubíes y Rocío (Ro) Irisarri, en Tómatelo con vino. (Foto: Redes Sociales)

En casa, reconoce que los roles están invertidos: “El Alto (así llama a su marido) es quien lleva las vacunas, quien habla con el cole… Y yo tengo un rol más de payasete. Así las cargas mentales están repartidas.” Aun así, admite que durante el posparto lo odiaba sin medida: “Él me decía: ‘te veo mal y no sé cómo ayudarte’, y yo me ponía a llorar porque no sabía explicarme”.

Por eso se define como “la antimadre”. No por falta de amor, sino por resistencia a desaparecer detrás del hijo. “Me aburre soberanamente hablar todo el rato de hijos. Somos mujeres interesantes, con vida, con carrera profesional, con ideas, sueños… Eso es mucho más interesante que la caca del bebé.”

¿Qué dicen los expertos sobre el posparto?

Los especialistas coinciden en que el posparto es una etapa exigente tanto a nivel físico como emocional. El cuerpo arrastra meses de desgaste y el sueño se vuelve irregular, lo que repercute en el estado de ánimo y la energía. Como explica el equipo médico consultado, “en estas primeras semanas, la mujer necesita sostén nutricional y descanso más que estimulación hormonal».

Ana Brito en una foto de sus redes sociales.

Ana Brito en una foto de sus redes sociales.

Desde Pleniage, su directora de marketing, Carmen Oliva, recuerda que la suplementación debe adaptarse a cada momento del proceso: “Durante la lactancia debemos evitar los adaptógenos vegetales como la ashwagandha, no porque sean dañinos en sí mismos, sino porque no hay estudios suficientes sobre su paso a la leche materna.” Por ese motivo, la marca insiste en fórmulas energizantes más seguras durante esta etapa: “En mujeres que están lactando recomendamos suplementos sin adaptógenos, como Energy Pro, que aporta NAD+, coenzima Q10 y vitaminas del grupo B, todos compatibles con la lactancia y útiles para recuperar vitalidad sin alterar el sistema hormonal.”

Nobstante, los expertos son claros respecto a sus límites: “Es un apoyo natural para estados leves de tristeza o ansiedad posparto, pero no sustituye un tratamiento médico ni se recomienda en depresiones graves».

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