La gran incógnita de Tamara Falcó a ocho días de su boda

En medio de todo el interés mediático que está generando la cuenta atrás de la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva, la marquesa de Griñón ponía rumbo esta mañana a Nueva York para realizar la última prueba del vestido de novia antes del gran día. Este sería el tercer viaje que realizaría a la ciudad neoyorquina para ver la evolución de la confección del traje nupcial. Tal y como informó ella misma la pasada noche en El Hormiguero, aún no habría visto el diseño terminado, por lo que su viaje express a suelo americano está ligado principalmente a dejar atado todos los hilos que faltan para poder lucir el esperado vestido que tantos quebraderos de cabeza ha causado a la futura mujer de Onieva en los últimos meses.

Su madre, Isabel Preylser, ha sido la compañía que ha elegido para este rápido viaje a la ciudad de los rascacielos. Ambas llegaban a primera hora de la mañana de este viernes al aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid- Barajas, desde donde han cogido un vuelo con destino a Nueva York intentando esquivar en todo momento a la prensa que esperaba su llegada a la terminal de la capital. La cuestión que van a tratar en las últimas horas es unas de las que más expectación está generando de cara al enlace matrimonial de la marquesa y es que el vestido de novia está siendo una de las cosas más comentadas de la esperada celebración.

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Según desveló Tamara en El Hormiguero, el viaje será ida y vuelta en el mismo día, con la única intención de hacer la prueba final del vestido y volver. Tras escuchas sus declaraciones, Pablo Motos quiso preguntarle sobre cómo traería el vestido a España, una cuestión que parece que aún no tiene resuelta: «Aún no lo sé», contestaba, dejando en el aire tanto la posibilidad de que el vestido lo traiga alguna empresa especializa o sí será ella misma quien lo haga. Por el momento, lo único que se sabe a ciencia cierta es que el vestido será un diseño exclusivo realizado por Wes Gordon, el director creativo de Carolina Herrera.

Pese a la larga lista de contratiempos por los que ha tenido que atravesar la pareja antes de subirse al altar, parece que todo está bajo control. Al menos así lo ha querido transmitir la protagonista de la jornada del próximo 8 de julio, quien se ha encargado de confesar «que no está nerviosa», aunque supone que, según se vaya acercando la fecha, eso cambiará.

Para pasar esta última semana como «soltera», su madre, Isabel Preysler, le ha hecho una petición muy particular que ha acaparado numerosos titulares en el día de hoy y es que la socialité habría pedido a su hija dormir con ella durante todos estos días en modo homenaje a sus últimos momentos antes de formalizar su relación con Iñigo Onieva en la gran celebración que tendrá lugar en el palacio de El Rincón el próximo 8 de julio.