Tamara Falcó cumple la promesa que le hizo a Íñigo Onieva e Isabel Preysler se lleva un disgusto
Tamara Falcó pasará la primera parte de la Navidad junto a su familia política
La marquesa ha llegado a un acuerdo con Íñigo Onieva en el momento exacto
Isabel Preysler se prepara para una Navidad diferente, sin la presencia de su hija menor, Tamara Falcó. La mansión de Puerta de Hierro, donde la socialité siempre se esmera en cada detalle de la decoración y la planificación de la Nochebuena, tendrá una silla vacía este año. Tras décadas de celebrar las fiestas navideñas junto a sus hijos, este 2024, la familia Preysler vivirá una celebración atípica. Según informa Beatriz Cortázar, Tamara ha decidido pasar la Nochebuena en casa de su suegra, Carolina Molas, en La Moraleja, cumpliendo con un compromiso que hizo junto a su esposo, Íñigo Onieva, de alternar las celebraciones navideñas entre ambas familias.
La decisión de Tamara, aunque comprensible, no deja de ser dolorosa para Isabel. Las Navidades siempre han sido un momento muy especial para la socialité, quien cuida cada detalle para que sus hijos, y ahora también sus nietos, disfruten de las fiestas al máximo. En su docuserie Isabel Preysler: Mi Navidad, estrenada en 2023, la matriarca mostraba con orgullo cómo preparaba las cenas y reuniones familiares junto a sus hijas, Tamara y Ana Boyer, y cómo la Navidad se convertía en una oportunidad para crear recuerdos inolvidables con su familia. Este año, sin embargo, uno de los pilares de esas celebraciones, Tamara, se ausentará, algo que, aunque Isabel comprende, no deja de lamentar.
La silla vacía en Puerta de Hierro
Para Isabel, la llegada de las fiestas siempre ha sido sinónimo de reunir a toda su familia. A pesar de que sus hijos han formado sus propias familias y las celebraciones deben dividirse entre casas, Preysler se esfuerza por mantener la tradición de la unidad familiar en Navidad. Tamara, en particular, siempre ha sido el alma de las cenas en Villameona. Su sentido del humor y su particular manera de animar las sobremesas son conocidos por todos. Sin ella, las reuniones familiares de este año tendrán un sabor diferente.
Isabel Preysler, con Tamara Falcó e Íñigo Onieva. (Foto: Gtres)
La periodista Beatriz Cortázar señala que este año, Tamara pasará la Nochebuena en La Moraleja, junto a la familia de su marido, en un ambiente familiar al que siempre ha sido muy receptiva. La decisión es una muestra del equilibrio entre la vida familiar de Tamara y su deseo de cumplir con las tradiciones de su esposo, Íñigo. De acuerdo con sus planes, la pareja celebrará la Nochebuena junto a los suyos, en lugar de seguir la costumbre de compartirla con la familia Preysler en Puerta de Hierro. Este es el precio que, lamentablemente, deben pagar las familias cuando los hijos se casan y sus agendas se llenan de compromisos.
El 25 de diciembre, Tamara se desplazará a la casa de su hermano Manolo Falcó para compartir con su familia paterna la tradicional comida navideña. Esta costumbre, que mantiene desde su infancia, refuerza los lazos familiares y permite que la marquesa de Griñón se sienta cercana a su padre y sus hermanos, especialmente en una fecha tan significativa.
Tradición y nuevos compromisos
A pesar de los cambios, Isabel entiende que su hija debe cumplir con los compromisos que ha adquirido con su marido y su familia política. No obstante, la ausencia de Tamara es una ausencia muy sentida. Isabel siempre ha sido quien ha hecho el esfuerzo por reunir a todos sus hijos, sabiendo que estos momentos son los que hacen que la Navidad sea especial. Este año, además de la ausencia de Tamara, también se suman las complicaciones propias de la vida familiar: los viajes y compromisos de todos los miembros de la familia.
Isabel Preysler, con Tamara Falcó e Íñigo Onieva. (Foto: Gtres)
A pesar de ello, Isabel Preysler se muestra comprensiva. El amor por sus hijos, especialmente por Tamara, es inquebrantable, y aunque la silla vacía sea una pequeña tristeza para ella, la socialité se siente feliz de que su hija viva una Navidad feliz y rodeada de los suyos. Tamara, por su parte, se muestra emocionada por pasar las festividades con Íñigo y su familia, reafirmando su compromiso con su pareja y su nueva vida como esposa. Tras la cena de Nochebuena, se espera que la pareja se embarque en un viaje, como han hecho en años anteriores, buscando un momento de desconexión y paz.
El amor y el cariño familiar prevalecen, aunque la Navidad de 2024 sea un recordatorio de que las tradiciones se transforman a medida que las familias crecen y evolucionan. Tamara Falcó cumple con su promesa, pero la tristeza de Isabel Preysler por no tenerla en su mesa este año es más que evidente.