El refugio de Teresa Campos y Edmundo para recuperar el tiempo perdido
No se quieren separar el uno del otro, desean recuperar todo el tiempo perdido. María Teresa Campos y Edmundo Arrocet viven intensamente su amor de puertas para adentro desde que el humorista abandonara el concurso ‘Supervivientes’. Se necesitaban más de lo que pensaban. Han sido tres meses los que han estado separados físicamente, una en España batallando contra una isquemia cerebral y el otro allende los mares disfrutando de la aventura selvática que tanto quiso, y hoy quieren parar sus relojes y que el tiempo les dé la tregua que anhelan en su nido de amor de Las Rozas. Es su refugio ideal, el casoplón de la Campos, el mausoleo idóneo para la pareja. Solo quieren disfrutarse. Además, tanto Teresa como Bigote saben de la expectación mediática que despierta su reencuentro y no quieren ser ‘pasto’ de los fotógrafos ya que todos quieren inmortalizar su primera imagen juntos desde que Honduras los separara y un ictus zarandeara la vida de la presentadora. Según ha podido saber LOOK, ambos prefieren hacer una vida casera, marcada por las rutinas y las confidencias. Quieren estar recluidos y así se lo han manifestado a su entorno más íntimo. Pero, ¿este encierro voluntario tendrá fin? ¿Y de qué modo?
Tal y como ha podido saber este medio, el entorno de la presentadora está gestionando la ansiada reaparición pública de la pareja vía exclusiva. Las negociaciones ya han iniciado y la cuenta atrás ha empezado para su retorno oficial. LOOK se ha intentado poner en contacto con las hijas de la malagueña, pero no ha sido posible conocer su versión.
Edmundo Arrocet y Teresa Campos en imagen de archivo /Gtres
Salidas solo por separado
Sus salidas del hogar conyugal han sido contadas y siempre lo han hecho por separado. Mientras que Teresa Campos ha recuperado poco a poco la normalidad tras el ictus isquémico y se ha dejado ver atendiendo quehaceres, Edmundo ha hecho lo propio desde que regresó de Honduras. Pese a intentar huir de los avezados fotógrafos y del centro de atención, el humorista ha salido de su ‘reclusión’ para atender gestiones como acudir a su banco, a la farmacia y cuidarse la piel en una clínica estética especializada.
El cómico no solamente se ha interesado por su piel y los posibles efectos nocivos que los rayos del sol de Honduras le hayan provocado, sino que se ha dejado ver haciendo la compra en el supermercado sonriente y bromeando con la prensa. Durante el concurso de ‘Supervivientes’ Bigote ha cuidado mucho su alimentación y no ha consentido comer de todo lo que la isla le dotaba. Antes de partir a su aventura ya tenía claro que iba a mantenerse a raya con respecto a la comida, una obstinación que ha querido mantener aún en España en su retomada vida. Por ese motivo se le ha podido fotografiar saliendo de comprar cocos -entre otros alimentos-como los que comía en Honduras. Quiere cuidar su estómago y no someterlo de súbito a fuertes cambios alimenticios.
María Teresa Campos paseando por Madrid /Gtres
Así vivió Edmundo el ictus de Teresa Campos
El humorista acudió el pasado domingo al plató de ‘Conexión Honduras’ para hablar de su concurso y de cómo había encajado la noticia del ictus de Teresa. Mostró su lado más sincero y visceral. «Cuando me contó lo que había pasado no me lo podía creer. Me quería morir, fue muy generosa», decía sobre la conversación en la que su pareja le había reconocido que en su ausencia había sufrido una isquemia cerebral y había tomado la decisión de no contárselo hasta que no volviese a España.
Empezar a contarlo y empezar a romperse de dolor fue todo uno. Bigote habló con la voz tomada y levantaba la vista como intentando dejar a un lado el dolor que le había causado ese momento. «Me hice el loco, me fui al baño para tomarme un tranquilizante y salí haciéndome el valiente, pero cuando me enteré de todo fue terrible», explicó. Hoy no se quiere separar de su ‘Morita’. La adversidad los ha unido aún más.