La estrategia de Raúl Prieto para convertir ‘Viva la Vida’ en su ‘Sálvame’ particular

A fuego lento, así está cocinando Raúl Prieto la metamorfosis total de ‘Viva la Vida’. A finales del pasado mes de marzo se le encomendó el reto de reflotar un programa cuya audiencia había caído progresivamente y de manera preocupante. El que fuera miembro de honor de la cúpula de ‘Sálvame’ -de donde salió escaldado hace tiempo- tenía claro las claves: recuperar la esencia de dicho espacio y potenciar a Emma García y a Sandra Barneda, esta última durante el verano.

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y en eso se ha apoyado el director del programa de Cuarzo en los últimos meses para conseguir su objetivo. La fórmula estaba clara, Prieto confiaría el sillón de ‘Viva la Vida’ a un perfil de colaboradores muy definido: exiliados de ‘Sálvame’ o concursantes de reality. Una mezcolanza que, a priori, resulta simple, pero cuyo éxito ha resultado ser innegable.

La primera maniobra fue un golpe de efecto absoluto: hacer buena su amistad con Las Campos para rescatar a Terelu Campos y Carmen Borrego de donde habían sido vilipendiadas para incorporarlas a ‘Viva la Vida’. Esto significó un balón de oxígeno para el programa. Así dio cobijo a viejos rostros de ‘Sálvame’, que se completaban con la presencia de Diego Arrabal, Luis Rollán y de manera esporádica Makoke o Rosa Benito.

La otra vertiente que ha explotado Raúl Prieto estos meses es la de Gran Hermano: Suso Álvarez, Ylenia Padilla, Sofía Suescun, Carolina Sobe o la recién incorporada Irene Rosales han aportado savia nueva y mucha energía. Todos ellos tienen como nexo el haber participado en alguna edición del reality más famoso de la televisión.

El flashback de Raúl Prieto

El lavado de cara de ‘Viva la Vida’ recuerda muchísimo a otro programa mítico de la televisión: ‘A tu lado’, también conducido por la incombustible Emma García. El talk show, emitido de 2002 a 2007, se valía del auge de Gran Hermano como esencia para potenciar la crónica social. El espacio fue poco a poco llenándose de rostros como Aída Nízar, Raquel Bollo, Kiko Matamoros, Mayte Zaldívar o Kiko Hernández, quien consiguió catapultar su carrera en televisión con este programa.

No hay nada más irrefutable que los datos porque no mienten ni entienden de subjetividad. Es un hecho que el mejor amigo de Belén Esteban ha conseguido relanzar la audiencia del programa. Todavía saborean su pico histórico cuando en la boda de la de San Blas superaron el 20% de cuota de pantalla. La vuelta de las vacaciones está siendo bastante buena en términos de audiencia, basta con ver los guarismos de septiembre: sábado 7 (11,5%); domingo 8 (12,6%); sábado 14 (14%) y domingo 15 (10,9%).

La ‘vendetta’ de Raúl se ha ido gestando poco a poco. No viene mal recordar cómo se desarrolló su polémica salida de ‘Sálvame, que tuvo como plato fuerte su enfrentamiento con Jorge Javier Vázquez, otro de los baluartes del espacio de Mediaset. En verano de 2017, el presentador catalán regresaba de vacaciones y se encontraba con algunos cambios que le afectaban directamente: además de Carlota Corredera, quien ya presentaba el programa desde la temporada anterior, Prieto y Valldeperas serían también los encargados de llevar el programa diario y entraban de lleno en el reparto publicitario.

A Jorge Javier no le gustó nada esta situación y apostó por la acción-reacción: desapareció de manera fulminante y llevó al límite a ‘La Fábrica de la Tele’: a cuatro horas del comienzo de ‘Sábado Deluxe’ del 16 de septiembre de 2017, no compareció y María Patiño tuvo que ser llamada de urgencia para presentarlo. El clima se antojaba irrespirable y Vázquez organizó una cena junto a Raúl Prieto y a David Valldeperas para solventar sus discrepancias.

Fue peor el remedio que la enfermedad puesto que la velada acabó convertida en un fuego cruzado con Raúl como principal guerrillero. Ahí se acabó su buena relación y lo que vendría después sería una reconciliación de Jorge con la productora. Ya no había marcha atrás y la venganza de este último estaba en marcha. Hoy ya se aprecian los resultados.