Pepa Muñoz se vuelca en los más necesitados esta Navidad sirviendo 30.000 comidas en Nochebuena

30.000 comidas para aquellos que más lo necesitan en una Navidad especialmente difícil. Este es el objetivo que se ha propuesto World Central Kitchen, la ONG de José Andrés, que el pasado mes de marzo inició un movimiento gastronómico solidario a raíz de la crisis generada por el coronavirus para ayudar a los colectivos más vulnerables. Una iniciativa que lleva el nombre de #ChefsForSpain y que cuenta con dieciocho cocinas en veinticuatro ciudades, con quinientos puntos de distribución y cincuenta mil voluntarios dispuestos a dar lo mejor de sí mismos por ayudar a los demás.

En estas fechas tan significativas, la ONG ha puesto en marcha una campaña para repartir treinta mil comidas en el día de Nochebuena. Una iniciativa que se centrará en las ciudades de Madrid, Santiago de Compostela y Valencia y que en la capital de España no habría sido posible sin una de las figuras más destacadas del panorama gastronómico español, la chef Pepa Muñoz.

La chef, que ha colaborado con la ONG desde el inicio de su actividad en España, ha estado acompañada en esta especial tarea por los chefs Carles Tejedor y Olivier de Belleroche. Los tres, junto a otros voluntarios, han trabajado desde las cocinas centrales ubicadas en Santa Eugenia durante tres días, desde el pasado lunes, para poder tener listas todas las comidas que se repartirán el día 24 de diciembre entre las nueve y las once de la mañana en el estado Wanda Metropolitano de Madrid a sesenta entidades de apoyo que serán las encargadas de hacérselas llegar a las familias más vulnerables.

Look ha podido hablar con la chef poco antes de que se empiecen a repartir las comidas y ha comentado algunos detalles de este proyecto tan especial. «Ojalá todos los días fueran Navidad», ha explicado. Para Pepa esta iniciativa parte del proyecto original de WCK, pero da un paso más: «pensamos en que que todo el mundo tuviera una Navidad digna y una comida digna sería un deseo de Navidad. Y empezamos a trabajar. Es un reto profesional y humano, pero estoy muy contenta porque vas a hacer que el día 24 muchas familias puedan tener una cena», asegura.

Esta iniciativa va dirigida a familias vulnerables: «hay muchísimas. Personas que están solas por la calle, con problemas psicológicos, problemas de alcoholismo… para todas esas personas que las navidades no les acompañan.  También se ha pensado en personas que trabajan esa noche, como sanitarios, personal del cuerpo de policía…», matiza la chef.

Se ha optado por un menú compuesto por pavo asado con escabeche de frutos de invierno, lombarda a la segoviana y puré de patata trufada, con dulces de Navidad como postre. Para elaborar las 30.000 comidas que se repartirán en Nochebuena se ha contado con casi cuatro toneladas de polvorones y mantecados de Antequera, siete toneladas de pavo, seis toneladas de lombarda y seis toneladas de puré de patatas.

El reparto de la comida en las tres ciudades, Madrid, Santiago de Compostela y Valencia se llevará a cabo siguiendo estrictos controles de seguridad. En el caso de personas con movilidad restringida con limitaciones a causa de la covid-19, lo llevará a cabo personal de Correos o del cuerpo de bomberos.  En Madrid, la iniciativa será posible gracias al apoyo de la Fundación Mapfre, muy comprometida con la situación actual que viven muchas familias.

En Galicia se distribuirán siete mil cenas en A Coruña, Ferrol, Lugo, Santiago de Compostela, Lugo y Ourense, cocinando desde el Centro Superior de Hostelería de Galicia, ubicado en Santiago de Compostela y en colaboración con la Consellería del Medio Rural. Los chefs encargados en este punto han sido Javier Olleros, Juan Crujeiras , Alvaro Villasante, Miguel González, Dani Lopez, Lucía Freitas y Xabier Guitart. En Valencia, el estadio de Mestalla será el punto de recogida para las comidas y los chefs Germán Carrizo y Carito Lourenço coordinarán la campaña.

Los últimos meses han sido complicados para el sector de la hostelería, pero Pepa Muñoz se muestra optimista: «nosotros cerramos tres meses, pero una vez abrimos hemos tenido mucha incertidumbre y al final tenemos que dar gracias por cómo en Madrid está funcionando el tema de la hostelería. Seguimos pasando algunas dificultades, pero seguimos luchando y ya cada día queda un día menos, es lo que hay que pensar», asegura.

La chef reconoce que ha pasado momentos difíciles: «he tenido miedo, he estado preocupada, muy nerviosa. Hemos donado muchos excedentes de comida, pero ahora somos más precavidos a la hora de comprar o con el personal», afirma.

Visiblemente emocionada, Pepa reconoce que entrar a trabajar en las cocinas de WCK es una de las mejores cosas que ha hecho en este 2020: «cuando empecé en las cocinas solidarias, una entrega totalmente altruista, di mucho, emocional y físicamente, pero creo que me ha devuelto muchísimo más».

Compromiso World Central Kitchen

Con esta iniciativa World Central Kitchen refuerza su compromiso con cualquier situación de necesidad que se genera en el mundo. Desde la ONG destacan la colaboración de cientos de voluntarios anónimos que continúan apoyando acciones como esta que permitirán que llegue un menú especial a miles de casas en una de las noches más especiales del año. Una forma de poner un poco de luz y esperanza en uno de los años más complicados de los últimos tiempos.

En los últimos meses World Central Kitchen ha dado respuesta ante la amenaza del coronavirus en más de veinte ciudades en EEUU y muchas otras en todo el mundo. Japón, fue uno de los primeros escenarios en los que ayudó ante una situación de crisis provocada por el coronavirus con miles de personas atrapadas en el crucero Diamond Press. Esto les ha permitido adquirir experiencia en cómo producir y distribuir comidas a los más necesitados en un entorno seguro y eficiente.

Fundada en 2010 por el chef José Andrés, World Central Kitchen es una ONG que se financia con fondos y donaciones privadas y que pretende utilizar el poder de los alimentos para fortalecer a las comunidades en tiempos de crisis. WCK ha transformado el campo de la respuesta a desastres para ayudar a las comunidades devastadas a recuperarse y establecer sistemas alimentarios resilientes.