Paz Padilla viaja al norte de España para pasar la fecha más complicada

La muerte de Antonio Juan Vidal fue una terrible sorpresa para el público pero no para su entorno. El marido de Paz Padilla llevaba meses luchando contra la terrible enfermedad que finalmente no pudo vencer y aunque la gaditana ha dado toda una lección a sus seguidores dejando ir a su pareja y mostrándose de lo más entera en las ceremonias de despedida, también ha pedido tiempo para asimilar el vacío que deja la pérdida de Antonio Juan.

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Siempre estaremos fundidos en uno.Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad.Avanza

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«Hoy hace una semana que perdí al amor de mi vida. Quiero agradeceros vuestro apoyo y los miles de mensajes. Me conmovió enormemente las flores que, de forma anónima, recibimos en el tanatorio. Gracias a los amigos que se desplazaron para estar conmigo en esos momentos difíciles, a esos reportajes tan bonitos y al trato tan humano. Los compañeros que cada día me dicen que me quieren y me mandan energía. He vivido una historia de amor corta pero muy intensa, se que su amor vivirá en mi para siempre. Ahora estoy de retiro, atravesando el desierto más duro de mi vida, donde solo veo piedras en el camino. Él me ayudará a encontrar mi destino.
Soy un animal herido, pero avanzando».

Pero Paz Padilla no está sola y, cuando se cumple un mes del golpe más duro de su vida, ha sido su hija Anna, que se ha convertido en su principal apoyo, la que ha descubierto que han pasado unos días juntas en el norte de España, concretamente en Cantabria. 

Teniendo en cuenta que tanto Anna como su novio Iván han pasado varios días compartiendo fotografías y ‘stories’ en paisajes distintos a los que suelen disfrutar cuando están en Cádiz -su lugar habitual de vacaciones-, todo apunta a que la pareja ha viajado junto a Paz Padilla y su inseparable perrita Martina.

El sur es el refugio habitual de la presentadora de ‘Sálvame’, pero también el paraíso del que disfrutaba con su marido por lo que parece comprensible que haya querido buscar la calma lejos de allí, consiguiendo pasar unos días alejada del recuerdo constante y del entorno que durante tantos años han compartido y que ahora solo ella puede seguir recorriendo por los dos. Por suerte para Paz, su hija Anna está completamente volcada en ella y el bienestar de su madre es lo principal para la joven ahora mismo.