La noche más complicada de Lydia Lozano en su enfrentamiento con Antonio David Flores

La de ayer no iba a ser una noche fácil para Lydia Lozano. Y ella lo sabía. Antonio David Flores y Olga Moreno se sentaban en ‘Sábado Deluxe’ en la que sería su primera entrevista conjunta. Tan solo unos metros separaban al ex guardia civil de Lydia Lozano, que esperaba con actitud inquieta su turno para entrar en el plató. Sabía que enfrentarse cara a cara con el padre de Rocío Flores era una ardua tarea tras los acontecimientos semanales. Durante los últimos días la periodista había defendido férreamente que Rocío Carrasco y su hija habían tenido una conversación a espaldas de él, y esa era una guerra muy difícil de batallar.

Su credibilidad se tambaleaba, pero Lydia confíaba ciegamente en su fuente. María Patiño y Belén Esteban sus aliadas, pero su pasado volvía a convertirse en su peor enemigo.

Una de las grandes virtudes de Antonio David es su poder de persuasión, maneja la dialéctica, los silencios y los tiempos como un auténtico comunicador de masas. 25 años de carrera televisiva le abalan y su versión iba cogiendo fuerza a medida que los minutos transcurrían.

“Siento que Lydia me ha traicionado, pero creo que cualquier persona puede equivocarse. Me duele que haya puesto a mi hija en esta tesitura”, apuntaba el ex yerno de Rocío Jurado en un intento nada frustrado de hacer de la asertividad su mejor aliado.

Pero el jaque de la noche llegaba tras una pausa publicitaria. Antonio David informaba a los presentes de que su hija le había llamado con un “ataque de nervios” porque, según su progenitor, “lleva dos días dando vueltas al asunto y le duele que se haga ver que ella está mintiendo”. “¿No te duele hacer daño a mi hija?”, preguntaba el colaborador televisivo repetidas veces hasta conseguir su objetivo: la respuesta afirmativa de Lydia Lozano. Pero,  ¿Cómo es posible que a Rocío Flores le afecte tanto este asunto si tiene la verdad en su mano?

Sin embargo, si parecía que el show estaba servido, Kiko Matamoros entraba en acción para hacer de las suyas. El colaborador, gran amigo de Antonio David Flores, preso de un ataque de nervios infundados por él mismo sacaba el pasado de Lydia utilizando unas malas artes para el combate. “Si esta señora quiere defender el poco crédito que le queda… por orgullo hizo una cosa todavía más descabellada”, lanzaba al aire Matamoros en una muy mala praxis. “Me voy de la entrevista porque no puedo soportar tanto cinismo”, decía levantándose de la silla y quitándose el micrófono desesperadamente. “La que se debería ir de la entrevista soy yo”, apuntaba Lydia poniéndose en pie y dirigiéndose hacia bambalinas, pero sin acabar su rumbo finalmente.

Tras unos minutos fuera de cámaras y una intensa –pero efectiva- charla con la directora del programa, Patricia González, Matamoros recapacitaba y volvía a entrar en el plató. El ‘Deluxe’ volvía a ser muy ‘deluxe’.