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Madrid se prepara para dar el último adiós a Ira de Fürstenberg, leyenda de la Marbella dorada

Este próximo 10 de abril, la Real Basílica de San Francisco el Grande acogerá un funeral en su honor

Ha sido su único hijo, Hubertus, el encargado de convocar a la sociedad capitalina para que le rindan un último adiós

Ira de Fürstenberg
Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. / GTRES
Eduardo Verbo
  • Eduardo Verbo
  • Jefe de LOOK. Licenciado en Periodismo, se ha dedicado a los asuntos de la realeza y la aristocracia en El Mundo, Vanity Fair y ¡Hola!
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Según ha podido saber LOOK, este próximo miércoles 10 de abril a las 20 horas, la Real Basílica de San Francisco el Grande acogerá un multitudinario funeral en homenaje a Ira de Fürstenberg. La princesa falleció en Roma (Italia) el pasado 19 de febrero a los 83 años. Aunque algunos buenos amigos como Inés Sastre o Tomás Terry se desplazaron hasta la capital italiana para darle el último adiós en la basílica de Santa María de Montesanto, hubo muchos españoles que se quedaron con las ganas de rendirle tributo. Por ello, su único hijo, Hubertus de Hohenlohe, ha organizado junto a su mujer, la italiana Simona Gandolfi, una misa que congregará a la sociedad y la aristocracia española, donde Ira se movió con soltura desde que, con 15 años, se casara con el príncipe español Alfonso de Hohenlohe, ahijado del rey Alfonso XIII, hijo de la fascinante Piedita Yturbe y promotor de la Costa del Sol como meca de la aristocracia internacional.

El glamour fresco de una princesa

Hija de Tassilo de Fürstenberg, un príncipe alemán descendiente de Carlomagno, y de Clara Agnelli, heredera del imperio Fiat, Ira copó las portadas de la prensa de sociedad internacional por su enlace con el aristócrata español, que tuvo lugar en 1955 en Venecia. La princesa deslumbró con un vestido de encaje blanco de Jacques Griffe, el maestro del drapeado. La imagen de la pareja llegando a la iglesia de San Sebastián de la ciudad de los canales fue una de las más comentadas en la vieja Europa, donde pronto llamó la atención el glamour refrescante de Ira, sobrina de la legendaria Marella Agnelli, una catedrática del buen gusto.

Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. / GTRES

Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. / GTRES

A partir de entonces, la joven iba a vivir una trepidante existencia. Con motivo del enlace, su padre la obsequió con un diamante que había pertenecido a Josefina Bonaparte. En cambio, la familia de su madre regaló al nuevo matrimonio un Cinquecento rojo hecho a medida que envolvieron con un gran lazo, como la propia princesa contó en una de sus últimas entrevistas en HTSI, el suplemento de lujo del periódico Financial Times. Durante su matrimonio, la pareja tuvo dos hijos, Kiko, fallecido en 2006 en una cárcel de Bangkok, y Hubertus, fotógrafo.

Ira de Fürstenberg, junto a sus hijos, en una imagen de archivo. / GTRES

Ira de Fürstenberg, junto a sus hijos, en una imagen de archivo. / GTRES

A lo largo de su unión, a su marido le dio tiempo de poner en pie el Marbella Club, el icónico hotel que había fundado en 1954, un año antes de su boda, y que este 2024 está de enhorabuena ya que celebra su 70 aniversario. Comenzó siendo un pequeño motel de carretera y terminó convertido en un cinco estrellas en cuyas habitaciones se han hospedado desde Audrey Hepburn a Ava Gardner. Para icónico, su beach club.

Una apasionante vida privada

En 1960, Alfonso e Ira se separaron. En realidad, ella, que tenía 20 años, lo abandonó por el playboy y empresario brasileño Francisco Baby Pignatari, con el que se casó en 1961. Siempre defendió la libertad de la mujer. Incluso en los momentos en los que era impensable el divorcio. Su unión con Pignatari acabó en 1964. Tras este varapalo emocional, probó suerte en el cine, donde debutó en 1966 tras encontrarse en el avión con el productor Dino De Laurentiis. Hizo unas veinte películas y trabajó con Alfredo Landa o Anthony Quinn. También destacó en el mundo de la moda donde trabajó para el área de fragancias de Valentino, se convirtió en musa de Karl Lagerfeld, fue fotografiada por Cecil Beaton y Henry Clarke, desfiló para Emilio Pucci e Yves Sain Laurent y apareció en las páginas de la revista de Diana Vreeland.

Ira de Fürstenberg, junto a Karl Lagerfeld. / GTRES

Ira de Fürstenberg, junto a Karl Lagerfeld. / GTRES

Volvió a ser noticia por cuestiones sentimentales cuando fue relacionada con Rainiero de Mónaco tras la muerte de su mujer, Grace Kelly, en un accidente de tráfico. «La gente pensaba que teníamos una relación, pero lo único que hubo fue una gran amistad», dijo ella hace unos años en Vanity Fair. Aunque la muerte la sorprendió en su casa de Roma, un fantástico dúplex decorado con pinturas de Roy Liechtenstein, Jean Dubuffet , Max Ernst e Yves Klein, últimamente pasaba mucho tiempo en España. Era una enamorada de Ronda, donde tenía un antiguo monasterio en la ciudad malagueña llamado Las Monjas. Otro de sus destinos favoritos era la casa de campo familiar austríaca de Strobl near Bad Ischl.

Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. / GTRES

Ira de Fürstenberg, en una imagen de archivo. / GTRES

Un palacio en Madrid

En 2018, quiso volver a Madrid, donde su abuelo fue embajador del emperador Francisco José, esposo de la emperatriz Sissí. Así, se hizo con el antiguo palacio madrileño del decorador portugués Duarte Pinto Coelho, una eminencia del interiorismo junto a Jaime Parladé, Renzo Mongiardino o Vincent Fourcade. Allí, albergó durante sus últimos años algunas obras de arte de las que coleccionaba, como los cuadros de Josef Albers que le regaló su hijo Hubertus recientemente. Como nunca es suficiente cuando se trata de honrar a una madre, su único hijo ha organizado este funeral en la capital de España que, pese a la solemnidad que tendrá el acto, será una celebración de una vida muy vivida. La de su madre: la inolvidable Ira de Fürstenberg, ahora ya sí una leyenda.

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