Las lágrimas desesperadas de Lucía Villalón en la recta final de su segundo embarazo
Lucía Villalón está pasando por un momento tan feliz como difícil en la recta final de su embarazo
Así lo ha confesado ella misma a través de su perfil en Instagram
La periodista se ha sincerado sobre las dificultades que está enfrentando en el que es su segundo embarazo
Lucía Villalón está pasando por un momento tan feliz como difícil en la recta final de su embarazo. Así lo ha confesado ella misma a través de su perfil en Instagram, donde reúne a más de 400 mil seguidores, con un vídeo en el que se ha sincerado sobre las dificultades que está enfrentando en el que es su segundo embarazo. «Estoy pasando un final de embarazo bastante complicado, la cabeza me está pasando jugadas horribles, estoy con unos altibajos tremendos, además yo tengo un carácter bastante complicado entonces estoy un poco insoportable, lloro muchísimo, espero no ponerme a llorar, pero está siendo jorobado», dice.
La periodista deportiva ha confesado la angustia que está viviendo le viene desde que supo que su segundo hijo sufría una rarísima complicación renal, en junio: «Volvemos a tener problemas en el embarazo. Lucas no iba a ser menos que Diego y también quería demostrar que es otro fenómeno. En esta ocasión no es gastrosquisis, es un riñón multiquístico y un ureterocele que si se complica implicaría una operación por punción con Lucas en mi barriga», contó Lucía revelando que tanto ella como su pareja, Gonzalo Melero, ya habían pasado un susto tremendo con su hijo mayor. «Psicológicamente, evidentemente, estoy muy afectada, así que necesito que nazca ya», ha contado ahora.
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La dolencia que padece el bebé que está en camino es un riñón multiquístico y un ureterocele que, en propias palabras de Lucía, «si se complica implicaría una operación por punción con Lucas en mi barriga». Algo muy poco común. Y es que aunque el riñón displásico multiquístico es un defecto de nacimiento frecuente en el que el tejido renal normal de un bebé se reemplaza por muchos quistes, no lo es tanto que a esto se sume también una pequeña hernia en el uréter, generalmente en el extremo más próximo a la vejiga. Además, que ambas afecciones se hallen en el riñon derecho del bebé, podría terminar causándole una obstrucción urinaria y quedarse sin líquido amniótico, el importante fluido que rodea y amortigua al embrión y luego al feto en su desarrollo en el interior del saco amniótico, y al moverse dentro de la pared del útero sin que las paredes de éste se ajusten demasiado a su cuerpo.