Los dardos envenenados con los que Kiko Hernández muestra la cara oculta de la televisión
Podría decirse que Kiko Hernández es uno de los rostros más sinceros dentro del panorama televisivo. En todas y cada una de sus apariciones públicas, el colaborador no tiene reparo en desvelar cualquier información con el objetivo de mantener a la audiencia de Sálvame informada de la actualidad social. Una profesionalidad que ha conseguido situarle como uno de los personajes más destacados de los platós, cumpliéndose 25 años desde que inició su impecable andadura en este mundo.
Kiko Hernández en ‘Sálvame’ / Telecinco
Con motivo de este aniversario tan especial, el exconcursante de Gran Hermano ha ofrecido una entrevista a Diez Minutos en la que ha desvelado algunas de las mejores anécdotas de su trayectoria frente a las cámaras. Una ocasión en la que también ha aprovechado para lanzar algún que otro dardo envenenado a aquellos que compartieron pasillos con él y con los cuales no guarda una estrecha relación amistosa. Y es que, según ha apuntado él mismo en el medio citado, en estos años “ha encontrado más enemigos que amigos”: “Me han traicionado muchas veces. La tele es una competición constante, si pierdes el ritmo te quedas atrás. Y los de atrás nunca ganan. Yo vengo aquí a trabajar, no a hacer amigos”, apuntaba.
Kiko Hernández, en ‘Sálvame’. / Telecinco
El primero en recibir sus ataques ha sido Sardá. El presentador coincidió en Crónicas Marcianas con el ahora colaborador, y según ha asegurado el propio Kiko, éste se habría opuesto rotundamente a que él formara parte de este espacio televisivo. Un gesto que Hernández parece tener grabado a fuego en su retina al confirmar que “no ve buena gente” a Xavier: “¡No volvería a trabajar con él jamás! Es una persona que está a gusto en el conflicto mientras se despelleja a los demás». Aún así, el catalán no ha sido la única víctima de las palabras del de Sálvame en la revista mencionada: “Pasar por la puerta del camerino de Coto Matamoros daba asco de lo que había allí. De todo…”, comentaba, dejando bastante claro que la relación con el hermano de Kiko no es del todo idílica.
Kiko Hernández, en el tanatorio por su amiga Begoña Sierra / Gtres
Con quien si parece haber limado asperezas es con Carmen Borrego. Los compañeros de plató han pasado del odio al amor en cuestión de semanas, algo que Kiko ha querido aclarar: “Dio un cambio brutal. Antes iba de víctima, ese victimismo no me gustaba. Hubo un momento en el que se empezó a reír de ella misma, de su personaje, de su peso… Y empecé a verla como una tía muy cachonda”, desvelaba. Un sentimiento que no comparte con su hermana Terelu, de quien señala “no haber sido nunca amigo”: “Se enfadó cuando fui a comer a casa de su madre y subí una foto a Instagram. Terelu vive en la tragedia, es muy repetitivo todo con ella”, indicaba. Y es que, dentro del elenco de colaboradores que forman parte de Sálvame no todos parecen agradar al madrileño, que ha revelado “no tener trato” con Frigenti, ni para tomarse un café. Algo muy distinto a lo que le ocurre con Kiko Matamoros, Marta López, Jorge Javier Vázquez y Belén Rodríguez, a quienes considera los pilares fundamentales de su vida laboral.