José María Cano desvela los secretos mejor guardados de su relación con Carme Chacón
A punto de cumplirse cinco años del fallecimiento de la exministra Carme Chacón, su amiga Joana Bonet ha abanderado un homenaje de lo más especial. La periodista ha sacado a la luz Chacón, la mujer que pudo gobernar, un libro de más de 400 páginas en el que la comunicadora recorre los orígenes familiares de la abogada y cómo ésta se entrometió de lleno en el mundo de la política, el cual afectó de manera directa tanto a su vida sentimental como a sus deseos maternales.
Carme Chacón hablando / Gtres
Como uno de los apoyos más consolidados de Chacón, Bonet ha indagado en su lado más personal para sacar a la luz la faceta más humana de una mujer que apuntaba maneras para convertirse en la primera presidenta del Gobierno de España. En una vida tan ocupada a nivel profesional como la de Carme, también hubo tiempo para pensar en el amor, dando el pistoletazo de salida a su recorrido emocional de la mano de un compañero de facultad, Pol Benavides. Aunque el romance entre ambos duró hasta diez años, fue su matrimonio con Miguel Barroso el más conocido a nivel nacional. No obstante, otros rostros de lo más conocidos también habrían formado parte del entorno más privado de la que fuera política.
Carme Chacón en Afganistán / Gtres
Pese a que solo fue durante unos meses, el exintegrante del grupo Mecano consiguió colarse de lleno en el corazón de Carme. José María Cano ha querido participar en la obra de Joana para explicar cómo fue su romance con la exministra de Defensa. El amor entre ellos surgió en medio de una crisis con el que fuera secretario de Estado de Comunicación, cuando ambos coincidieron y se conocieron en la propia casa de Chacón en una noche de 2006: “Fue una velada que no acabó hasta las diez de la mañana del día siguiente”, explicaba el músico, asegurando que también formaron parte de la fiesta otros famosos como Teo Carralda o Teddy Bautista.
José María Cano en un photocall / Gtres
La política parecía haber encontrado el amor de la mano del compositor, motivo por el que decidieron dar rienda suelta a su pasión hasta el punto de ir juntos de viaje, con el objetivo de poner fin a la tensión que le generaba su cargo. En estos momentos de liberación, Carme aprovechaba para sacar su lado más divertido con José María, haciéndole bromas de Rubalcaba, y él hacía también lo propio sobre Zapatero. De hecho, uno de los mayores deseos de la política en vida era el de escaparse a la India con el objetivo de ayudar a todos los que lo necesitan, algo que Cano consiguió y así ha explicado: “Estuvimos unos diez días en los centros de Madre Teresa, ayudando y trabajando”. Una muestra de amor que para la de Esplugas de Llobregat no fue del todo suficiente, ya que, pese a estar inmersa en un momento mágico junto al músico, no terminaba de dar portazo a su relación con Barroso, razón por la que el romance llegó a su fin y Carme dio otra oportunidad a Miguel, con el que finalmente se casó y tuvo un hijo.