Inés Sastre se despide de su padre en pleno cambio de vida

Inés Sastre digiere en estos momentos uno de esos tragos amargos que la vida da con cuentagotas. La modelo ha visto cómo su padre fallecía. «Au revoir papá (Adiós papá)» ha sido el emotivo mensaje que ha colgado en su cuenta de Instagram, acompañado de una imagen de su padre sentado sobre la escultura de una oveja.

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La actriz no ha desvelado el motivo de la muerte de su progenitor. Tampoco su hermana Candela, que publicaba otra imagen de su padre en Instagram, esta vez una de los dos cuando ella era pequeña: «Descansa en paz, papá. Navega muy, muy lejos. Nos vemos en el mar. Te quiero mucho, más que la trucha al trucho», ha escrito la hermana de Inés Sastre. Hay que destacar que sus padres, Eduardo Sastre y Candelas Moratón, se divorciaron cuando ella era tan solo una niña. La propia Candela explicaba en una entrevista con ‘El Mundo’ que la familia era «desmembrada» y que apenas había trato ni contacto.

Descansa en Paz papá navega muy muy lejos. Nos vemos en el mar. Te quiero mucho, mas que la trucha al trucho ⛵️🐠🐬🦈🐋🐳🐡🐙 pic.twitter.com/RxH4w8hKK2

— Candelas Sastre (@candelassastre) January 31, 2021

Como era de esperar, Sastre ha recibido el apoyo en redes sociales de algunos amigos, como Vicky Martín Berrocal, que se ha mostrado muy afectada: «Lo siento en el alma Inés… DEP», ha escrito. Fiona Ferrer, Ariadne Artiles, Raquel Revuelta, María León, Laura Ponte, María Zurita, Jacqueline de la Vega y más personalidades del mundo de la moda y la interpretación le han dejado sus mensajes de condolencia.

La nueva vida de Inés Sastre

El fallecimiento del padre de Inés Sastre ha llegado en un momento de adaptación para la modelo. Fue el pasado mes de septiembre cuando cumplió con uno de sus propósitos para el 2020: regresar a Madrid. Atrás dejaba París, una ciudad que se lo ha dado todo durante las tres últimas décadas; el lugar donde nació su hijo Diego (fruto del matrimonio con Álex Corrías, donde ha estudiado, donde ha crecido. Un giro de timón a su vida en toda regla.

Madre e hijo están instalados en un lujoso ático de una de las zonas más exclusivas de la ciudad. Su vuelta a la capital española ha significado reencontrase con su pasado. Las restricciones por la pandemia no están impidiendo que disfrute al máximo de su hijo, de viejas amistades y de una de sus grandes pasiones, el golf.

A sus 47 años, la vallisoletana se encuentra centrada en sus compromisos profesionales y no le deja lugar al amor. Su última relación conocida fue con el empresario Jorge Pardo. Un romance a distancia que nos dejó algún que otro beso furtivo en las calles de la capital pero que no ha tenido continuidad en el tiempo.