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El presente de Iñaki Urdangarin ha dado un giro de 180 grados que afecta a su relación con Ainhoa Armentia, una relación que empezó hace menos de dos años y que está más que asentada. Con su divorcio recién firmado y el comienzo de una nueva etapa junto a su pareja, Urdangarin se ha enfrentado a un cambio radical: la pérdida de sus escoltas. Así lo ha confirmado el Gobierno a través de un comunicado oficial.
El Ministerio del Interior ha puesto fin al dispositivo de seguridad que acompañaba a Urdangarin en su día a día. Una medida que marca el inicio de una vida más expuesta y sin el resguardo constante de sus guardaespaldas. Esta decisión, anunciada hace unas, condicionará su futuro con Ainhoa Armentia. Hasta la fecha, la administrativa se estaba beneficiando indirectamente de estos servicios, pero ahora todo ha cambiado.
Acostumbrado a la protección y el amparo de sus escoltas, Urdangarin ahora se enfrentará a la realidad de ser un ciudadano corriente. Se ha quedado sin la barrera de seguridad que lo mantenía alejado de los paparazzi. Anteriormente, los escoltas desempeñaban un papel crucial en la vida de Urdangarin, evitando encuentros no deseados con la prensa y protegiendo su intimidad.
El futuro de la relación de Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin
Ahora Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia deberán hacer frente a un presente muy distinto, pero lo cierto es que están más unidos que nunca. Tanto es así que se ha llegado a especular con la posibilidad de que pasen por el altar ahora que la infanta Cristina ya no forma parte de la vida de Urdangarin. De momento está confirmado que la pareja comenzará a vivir en un piso situado en Vitoria. Piso que ya no contará con ningún tipo de vigilancia.
La relación de Iñaki con sus escoltas siempre ha sido cercana, algunos de ellos acompañándolo desde su época en Washington. Durante su separación de la infanta Cristina, Urdangarin contó con otros dos escoltas, con quienes también desarrolló una estrecha amistad. El equipo se componía de 8 profesionales que serán reubicados en otros puestos. Es decir, no han perdido su empleo.
Con la pérdida de su equipo de seguridad, Urdangarin deberá asumir nuevos desafíos al lidiar con la exposición mediática. Su capacidad para adaptarse a esta nueva realidad y gestionar la atención de los medios será crucial en los próximos meses, pero por suerte contará con el apoyo de Ainhoa Armentia.
Iñaki Urdangarin era amigo de sus escoltas
Eran un total de ocho agentes de seguridad lo que se encargaban de velar por el bienestar de Iñaki Urdangarin. Algunos de ellos llevaban tantos años que estuvieron con él durante su etapa en Estados Unidos. Tenía tan buena relación con sus guardaespaldas que era muy habitual verles compartir tiempo en bares y restaurantes.
Este equipo ha jugado un papel fundamental durante la separación de Iñaki. Como es natural, muchos medios se acercaron a él para preguntarle por su noviazgo con Ainhoa Armentia y sus guardaespaldas hicieron que la situación fuera más favorable. Ainhoa también ha estado beneficiándose de este servicio de forma indirecta, pero ahora todo ha cambiado.
Después de muchas especulaciones, el Gobierno ha emitido un comunicado anunciando que Iñaki ya no disfruta de ningún tipo de privilegio. Le ha sucedido lo mismo que le pasó a Jaime de Marichalar cuando se separó de la Infanta doña Elena.