Ana Soria y Enrique Ponce: pasión a remojo (y con nuevos rumores de boda)

Cinco años después de protagonizar una de las portadas más comentadas de la prensa del corazón, Enrique Ponce y Ana Soria siguen demostrando que su historia de amor no fue una simple aventura de verano. Lo que muchos creyeron pasajero ha evolucionado en una relación sólida que desafía a quienes apostaban por su ruptura temprana. Desde aquel verano de 2020, cuando su romance estalló en medio del escándalo y la controversia mediática, la pareja ha sabido mantenerse unida y, aunque más discreta, igual de enamorada.

Por entonces, la noticia sorprendió a todos: el veterano torero ponía punto final a su matrimonio con Paloma Cuevas, con quien compartía más de dos décadas de vida y dos hijas, para comenzar una nueva etapa sentimental con una joven estudiante de Derecho, veinte años menor. La diferencia de edad, la intensidad del romance y la manera repentina en que se hizo pública la relación generaron titulares, debates televisivos y una atención constante sobre cada paso que daban.

Consciente del revuelo, Enrique Ponce optó por desaparecer de las redes sociales, una decisión que tomó para proteger su privacidad y reducir la presión mediática sobre su relación. Ana Soria, en cambio, aunque con una actividad mucho más limitada que al principio, ha seguido compartiendo de vez en cuando pequeños destellos de su vida con el torero. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido esta semana, cuando sorprendió a sus seguidores reapareciendo en Instagram con unas imágenes que evocan los inicios de su historia de amor.

Después de varios meses sin actividad en redes -su última publicación databa del pasado mes de abril-, Ana ha roto su silencio virtual con una serie de fotos tomadas en una piscina junto a Enrique. En las instantáneas, la pareja aparece sonriente, relajada, compartiendo gestos de cariño, abrazos y miradas cómplices que recuerdan aquellas primeras imágenes que se viralizaron en pleno estallido de su noviazgo. La naturalidad y calidez que transmiten revelan que el vínculo entre ambos sigue intacto.