La nueva compañía de Álvaro Muñoz Escassi: político y con una orden de arresto

Mientras terminan de resolverse sus problemas judiciales -está denunciado por un presunto delito de estafa y por otro de lesiones- Álvaro Muñoz Escassi lucha por devolverle la normalidad a su vida. Huye de la prensa y sin dar explicación alguna a quienes le preguntan sobre sus delicados asuntos -él solo responde ante el juez- se refugia en la hípica, el único sector que parece no darle disgustos al jinete. Su última denuncia ha puesto de manifiesto que los negocios no son lo suyo porque ‘lo suyo’ es montar a caballo, donde demuestra ser un gran profesional aunque con una trayectoria irregular.

Centrado de nuevo en el mundo ecuestre, Álvaro acude a los principales concursos internacionales en los que se desenvuelve como pez en el agua. Por ejemplo, en el Longines Athina Onassis que se celebró a principios del mes de junio y que el sevillano visitó en compañía de su nuevo colaborador, un oligarca ucraniano llamado Oleksandr Onishchenko.

Congratulations! Fantastic job🥈🐎 @aleksandr_onyshenko #longinesathinaonassishorseshow

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Con él ha sido fotografiado recientemente y con él acude a las competiciones hípicas en las que el ucraniano participa. Les une una amistad y una colaboración. Onishchenko acaba de trasladarse a España y, tal y como ha podido saber LOOK, su intención es invertir en nuestro país en terrenos que puedan convertirse en un gran circuito ecuestre a la altura del de Montenmedio u Oliva Nova. ¿El lugar escogido? Sotogrande, la localidad gaditana que tan bien conoce Álvaro Muñoz Escassi.

Según fuentes consultadas por este digital, el jinete español le está ayudando a conocer el sector hípico en España, está buscando con él caballos de gran nivel internacional para el propio Oleksandr y además está colaborando con él en la captación de clientes de cara a ese próximo circuito que el ucraniano quiere levantar en España y que solo puede triunfar si cuenta con el apoyo de grandes jinetes de renombre.

Como Escassi, Onishchenko también está perseguido por la justicia

Pero su afición por los caballos no es lo único que une a estos hombres. Como Álvaro, Oleksandr Onishchenko también tiene algunos problemas con la justicia, en concreto, con la de su país, Ucrania, cuyo gobierno ha emitido una orden de arresto contra él. Hace ahora dos años, el 16 de junio de 2016, el oligarca tuvo que exiliarse a Londres, según él, al sentirse amenazado. “En Ucrania, el presidente (Petro Poroshenko) organiza todo para matarme, por eso vine a Londres. Llegué a Londres porque aquí me siento seguro y puedo probarlo todo en un tribunal europeo”, declaró al periódico The Times.

La Oficina Nacional Anticorrupción del gobierno de Poroshenko acusa al amigo de Muñoz Escassi de malversación de fondos públicos en un programa conjunto con su compañía de gas. Afirman que esta gestión llevó a pérdidas de alrededor de 60 millones de euros para el Estado y, por ellos, los detectives de la Oficina Nacional Anticorrupción incautaron al empresario 10 apartamentos, 9 casas, 10 terrenos, 39 cuentas bancarias y 11 automóviles, según informan medios locales. Oleksandr se defiende argumentando que la suya es una persecución política porque el presidente ucraniano solo quiere destruir su negocio. Por eso se marchó del país acompañado de su madre, con la que ha estado instalado en Londres hasta hace poco, cuando cambió su residencia británica, por una a pocos kilómetros de Barcelona.

Desde Cataluña ha lanzado un libro llamado “Peter, the Firth” en el que acusa al presidente Poroshenko de corrupto y prepara su candidatura para en 2019 postularse a nuevo presidente de Ucrania. Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 31 de marzo, día de su 50 cumpleaños y Oleksandr ve en esta coincidencia una bonita razón para proclamarse vencedor en las urnas.

Su figura resulta controvertida por las muchas acusaciones que pesan sobre él y la duda sobre si finalmente será arrestado o no planea en el aire. Mientras tanto él prosigue con sus negocios. Unos negocios en los que ha encontrado un gran aliado: Álvaro Muñoz Escassi