Ainhoa Arteta vuelve a aparecer tras sus graves problemas de salud
Ainhoa Arteta ya ha visto la luz al final del túnel. El 2021 ha sido un año para olvidar para ella, marcado por fuertes problemas de salud y por el fin de su amor con Matías Urrea. Tanto fue así que necesitó poner tierra de por medio y desaparecer un periodo para resetearse y volver con más fuerza. Ese regreso ya se ha producido y la soprano está de vuelta. Recientemente se le ha podido ver en nuestro país y muy bien acompañada.
Arteta ha sido vista por las cámaras en Madrid, donde aterrizó hace unos días procedente de Berlín. Había viajado a Alemania para someterse a una operación quirúrgica y, de paso, pasar tiempo con una de sus mejores amigas, la mezzosoprano María José Montiel. Sin embargo, desea pasar las fiestas con su gente en el País Vasco. Antes de poner tierra de por medio se ha dejado ver en la capital española con un buen pretexto.
Ainhoa Arteta y su hija Lara, en Madrid / Gtres
Ainhoa Arteta ha aprovechado su estancia en Madrid para estar junto a su hija, Larah Croft, que vive y estudia allí. La artista iba vestida con un abrigo maxi largo color marrón, zapatillas deportivas y unas llamativas gafas con la moldura roja e iba charlando por teléfono. Por su parte, Lara se decantó por un chándal a juego, negro con rayas rosas y blancas, y sneakers.
Ambas cogieron un taxi, pero si hubo algo que llamó la atención fue que Larah se agarraba la parte superior de su brazo con la otra mano. El motivo era que se había puesto la vacuna contra la Covid-19, una cita para la que su madre quiso estar junto a ella. No cabe ninguna duda de que su hija ha sido el máximo apoyo de Ainhoa en la lucha que ha tenido que vivir durante los últimos meses, primero con su salud y luego en la polémica separación de Matías Urrea.
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El 2021 ha sido el peor año para Ainhoa Arteta. Recién empezado se contagiaba de Covid y de ahí nacieron varias secuelas, como un edema en las rótulas. Tras recuperarse, en julio sufrió un nuevo hachazo. Un cólico nefrítico por el que necesitó intervención quirúrgica que se complicó, provocándole una septicemia por infección producida por una bacteria. Los problemas no acaban ahí puesto que perdió dos falanges, una del pie y otra de la mano. En agosto sufrió un infarto y la amputación de varios dedos de su mano, casi coincidiendo con su drama sentimental.
Ainhoa Arteta y su hija Lara, en Madrid / Gtres
Afortunadamente, a finales de noviembre logró sacar la fuerza necesaria para dirigirse a sus fans y mostrarse muy recuperada: «Por fin puedo decir que ya la mejoría es muy evidente y que falta muchísimo menos para poder estar con todos vosotros !!!que tanto ánimo y apoyo me habéis brindado y del que estoy segura que sin él no hubiera sido posible mi recuperación Gracias por vuestra energía, apoyo, cariño, RESPETO MÁXIMO, nunca olvidaré lo que he sentido … que sin ninguna duda me ha dado muchas lecciones de vida y coraje para seguir», escribió en su Instagram.