¿Se sabe cuál es la tumba de Herodes?

• Francisco María
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• • 04/03/2025 11:30
  • Actualizado: 04/03/2025 13:37

La ubicación de la tumba de Herodes el Grande, legendario rey de Judea, fue una gran incógnita durante décadas. En un principio, historiadores y expertos habían deducido que su ubicación se situaba en Herodión (o Herodium), un enorme complejo al sur de Jerusalén (Israel y Estado de Palestina) que había sido diseñado por el rey en una colina artificial.

Sin embargo, las búsquedas que se emprendieron durante años no dieron ningún resultado, hasta hace unos cuantos años.

¿Quién fue Herodes?

Herodes el Grande fue el rey de Judea que pasó a la historia por mantener relaciones conciliatorias con los romanos. Nació en el año 73 a.C. en la ciudad mediterránea de Asquelón, en Judea. Su padre, Antípatro había alcanzado un gran poder al reconciliarse con los romanos e hizo que Herodes se integrara con facilidad en la política.

En el año 40 a.C., el imperio parto invadió Judea y los rivales asesinaron a su padre, por lo que a Herodes no le quedó otra opción que huir a Roma. El Senado quedó asombrado por su lealtad y le nombró rey de Judea.

El exitoso reinado del rey Herodes

Herodes conquistó Jerusalén en el 37 a.C. gracias al apoyo del ejército romano. A partir de entonces, Roma multiplicó el territorio y la riqueza de Herodes, la cual aprovechó para la construcción de colosales palacios, templos y obras públicas como el Herodión y el famoso Templo en el Monte del Templo de Jerusalén.

Herodes estuvo al mando de Judea durante más de tres décadas, las cuales se caracterizaron su gran habilidad política, militar y arquitectónica, pero también por una gran crueldad y paranoia. Sus últimos años de gobierno, estuvieron marcados por sucesivas revueltas en el reino, intrigas en su seno familiar (Herodes tuvo diez esposas y más de una docena de hijos) y una mala salud.

A pesar de la estabilidad y prosperidad que la alianza con los romanos le proporcionó al reino, muchos de los súbditos y detractores de Herodes consideraron su cercanía con Roma una traición. Sin embargo, no fue sino hasta al final de sus días que Herodes ordenaría el acto infame de asesinar a todos los niños menores de dos años de Belén poco después del nacimiento de Cristo, según el Evangelio de San Mateo.

La tumba de Herodes

Después de sufrir una grave y misteriosa enfermedad, Herodes falleció en Jericó en el año 4 a.C. Su cuerpo fue trasladado en un féretro de oro hasta desierto de Judea, donde le esperaba un lugar de descanso especial en Herodión, cerca de Jerusalén.

En torno al año 64 d.C., los rebeldes de Judea que desafiaron el gobierno romano se ocultaron en Herodión. Mientras estaban allí, destruyeron gran parte del mausoleo de Herodes como venganza por su relación cercana con los gobernantes romanos de Judea.

Los relatos más antiguos sobre el funeral de Herodes apuntaban que su cuerpo descansaba en la base del Herodión, pero tras varias décadas de búsqueda en el complejo inferior no se encontró nada.

Entre los primeros investigadores que exploraron el lugar, destaca Ehud Netzer, profesor de la Universidad Hebrea, quien dedicó varios años en hallar el lugar de enterramiento del rey. En 2006, Netzer y su equipo exploraron una sección de muro que estaba aparentemente fuera de lugar a mitad de la colina.

Un año después, el 27 de abril de 2007, los arqueólogos hallaron una losa de piedra caliza rosa de gran calidad y ornamentación. Las siguientes excavaciones revelaron un sarcófago en exceso ornamentado que no podría pertenecer a nadie que no fuese un rey.

A pesar de este fascinante hallazgo, los investigadores no encontraron huesos en la tumba, y es muy poco probable que logren hallar los restos de Herodes, ya que la mayor parte del enterramiento se encuentra en ruinas.

Un significativo hallazgo

El hallazgo en Herodium fue significativo, ya que se pensaba que la tumba de Herodes había sido destruida o perdida a lo largo de los siglos. La excavación reveló estructuras que, según los investigadores, podrían haber servido como el lugar de descanso final de uno de los reyes más emblemáticos de la historia judía. Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, algunos arqueólogos y expertos mantienen la cautela, argumentando que aún no se ha encontrado la confirmación definitiva de que este mausoleo realmente contenga los restos de Herodes.

Una de las características más notables de la tumba es su diseño monumental, que incluye columnas, un altar y una serie de decoraciones que reflejan la opulencia de la época de Herodes. Además, se encontraron varios artefactos, como cerámicas y monedas, que ayudan a datar el sitio y a entender mejor la época en que vivió Herodes. Sin embargo, la controversia persiste, y algunos expertos sugieren que la tumba podría haber pertenecido a un miembro de la familia de Herodes en lugar de al rey mismo.

Para concluir, decir que la figura de Herodes ha sido objeto de numerosos relatos en la literatura y en la tradición cristiana, lo que añade una capa de complejidad a su legado histórico.

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