Fran Rivera lanza un nuevo dardo envenenado a Isabel Pantoja por la herencia de Paquirri

Si desde agosto la herencia de Paquirri está siendo mirada con lupa, las últimas declaraciones del abogado de los hermanos Rivera sobre Isabel Pantoja han dado un vuelco a la historia conocida hasta el momento. Cada declaración del clan Pantoja y de la familia Rivera está provocando que el fuego se avive y Fran Rivera ha sido el último en echar leña al fuego hablando sobre la tonadillera.

Francisco  y Cayetano Rivera nunca se han mostrado cómodos hablando de los problemas que tenían con la cantante Isabel Pantoja. Desde que su padre falleció, la herencia que les pertenecía parecía haberse esfumado, a pesar de que tenían las sospechas de que todo se encontraba en Cantora. Por lo que, a falta de testigos, nunca pudieron reclamar nada.

Hasta el momento lo que se conocía de la herencia del torero era que la habían robado y no se había encontrado nada. El 2 de agosto, Kiko Rivera encontró en una habitación todo lo que sus hermanos buscaban y le pedían a Isabel Pantoja, como parte de la herencia de su padre. Todo lo que el DJ encontró en Cantora, había sido supuestamente robado. Desde que conoció esto, el ex participante de ‘GH DÚO’ ha abierto una guerra legal contra su madre, en la que sus hermanos le han mostrado todo su apoyo.

El marido de Eva González siempre ha preferido mantenerse al margen sin dar declaraciones, pero en los últimos meses no ha dudado en mostrar su cariño y apoyo hacia su hermano pequeño. De hecho, opina que está dando un gran paso en su vida, acercándose a su familia paterna e iniciando esta guerra legal contra su madre.

Por otra parte, Fran Rivera no ha querido callarse más todo lo que opina sobre este tema. Tras conocer la noticia de que Isabel Pantoja no está en la obligación judicial de devolver las pertenencias de Paquirri y que solo podría hacerlo si se sintiera en la obligación moral de hacerlo, Francisco ha respondido a las cámaras de Europa Press con ironía: “¿Y moralmente es menos?” haciendo referencia a que para él tendría mucho más valor devolverlo por el hecho de que moralmente tiene un valor sentimental para los hijos del maestro. Finalizaba estas palabras con una respuesta clara: “Yo no soy abogado, que hablen ellos”.