Morata, un gol y dos errores cantados que condenan a España

Todas las miradas le apuntaban. No era para menos tras una semana en la que ha estado en debate permanente. Por primera vez desde que Luis Enrique es seleccionador español desvelaba en la previa de un partido la titularidad de un jugador. En este caso, confirmó la presencia de Morata. “Álvaro y 10 más”, decía el asturiano. Y así fue. Dicho y hecho. Cuando se conoció el once titular para el encuentro contra Polonia el delantero de la Juventus estaba entre los elegidos, aunque iba a tener un nuevo socio con Gerard Moreno. El máximo goleador nacional aparecía en escena para acompañar al madrileño y Dani Olmo en el frente ofensivo.

Morata comenzó el partido viendo cómo Polonia no daba un respiro a la Selección. 10 minutos de acoso que obligaron al delantero, como al resto del equipo, a remangarse en defensa. Menos mal que para él esto nunca ha sido un problema. Tocó apretar atrás y lo hizo para comenzar a recuperar el pulso del partido. Con el transcurso del encuentro el dominio fue cambiando de bando, lo que le permitió aparecer donde más cómodo se siente, en el área rival.

Morata se sentía cómodo con Gerard Moreno y Dani Olmo. El atacante del Villarreal comenzó el partido escorado a la derecha, mientras que el jugador del Leipzig se movía por la izquierda, con Álvaro de principal referencia ofensiva. Aunque cuando el balón llegaba a las inmediaciones del área rival los tres tocaban, combinaban y se movían haciéndole muy complicada la labor defensiva de los polacos. España iba creciendo en el choque hasta que llegó el ansiado premio.

Corría el minuto 25 de partido cuando Gerard Moreno asistía y Morata, perfectamente descartado, definió a la perfección para batir a su compañero de club Szczesny. Un tanto que fue anulado en un primero momento por un fuera de juego al que finalmente el VAR dio validez. Un gol para callar bocas, para romper el maleficio y para dedicárselo a un Luis Enrique que le ha demostrado tanto de forma privada como públicamente su confianza. El delantero se lo agradeció abrazándole justo después de conseguir la diana.

Otra vez los fallos

Morata vio recompensado todo su trabajo con ese gol. Un tanto que necesitaba. Su esfuerzo, su lucha en defensa y su trabajo en ataque tenían su premio cuando se confirmaba que la diana era válida. Su trabajo en ataque continuó siendo muy notable. Siempre intentando ser una solución para sus compañeros.

Tras el paso por el vestuario, Lewandowski empataba, Gerard Moreno fallaba un penalti y, en el rechazo, Morata no podía dirigir la pelota a una portería sin guardameta. Un balón tremendamente difícil. Pero Álvaro no se vino abajo, siguió buscando el gol y, sobre todo, peleando por un equipo que se estaba metiendo en serios problemas.

Luis Enrique cambiaba a sus dos socios en ataque. Dani Olmo y Gerard Moreno abandonaban el partido y sus lugares eran ocupados por Ferran Torres y Pablo Sarabia. Y las ocasiones llegaron, pero la mala suerte no desapareció. Dos oportunidades muy claras que se fueron al limbo. Quién sabe si como España en esta Eurocopa. Entrando en los últimos cinco minutos de partido Luis Enrique le sustituyó por Oyarzabal. Hasta aquí llegó un partido notable, que se verá empañado por los dos fallos que tuvo en el segundo tiempo.