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El BCE admite que el petróleo ruso resiste a las sanciones y advierte del efecto en los precios

El suministro de petróleo ruso ha resistido por el momento al tope a los precios impuesto por el G7 y al embargo de la Unión Europea a los productos derivados, limitando el efecto de las sanciones en los precios mundiales, según apunta el BCE, advirtiendo del potencial impacto al alza sobre los precios de algunas medidas implementadas.

«Los suministros de petróleo ruso han resistido el embargo impuesto por la Unión Europea y al tope de precios del G7, lo que limita el efecto de las sanciones en los precios mundiales del petróleo» reconoce el banco central de la zona euro en el resumen de presentación de uno de los artículos de su último boletín económico.

En su análisis, los economistas del BCE destacan que Rusia ya había redirigido gran parte de su oferta de petróleo antes de que entraran en vigor el embargo de la UE y el tope de precios del G7, después de acometer durante 2022 un cambio significativo en sus patrones comerciales y derivar hacia el mercado asiático el crudo que antes transportaba por mar hacia la UE. De este modo, en noviembre de 2022, antes de la entrada en vigor de las sanciones, el peso de China e India en las exportaciones rusas de petróleo era del 70%, cuando antes de la guerra representaban algo menos del 20%.

Asimismo, si bien la introducción de estas sanciones inicialmente provocó una caída notable en las exportaciones rusas de petróleo crudo por vía marítima, «los volúmenes se han recuperado desde entonces» como reflejo de una mayor redirección del petróleo crudo de los países sancionadores a los países no sancionadores, aunque las estadísticas disponibles están incompletas, ya que una cantidad significativa de petróleo crudo ruso se clasifica como cargada en petroleros con destinos no revelados.

En total, los economistas señalan que los volúmenes de exportación de petróleo crudo de Rusia transportado por mar, en promedio, se han mantenido prácticamente sin cambios desde la implementación de las sanciones de petróleo crudo en comparación con los volúmenes de exportación en noviembre de 2022. Por otro lado, apuntan que los precios mundiales del petróleo han exhibido una volatilidad limitada, a pesar de la introducción de las sanciones, con una disminución de los precios internacionales del petróleo del 9% desde el pasado 5 de diciembre.

En el caso del petróleo ruso de la variedad Urales, que se exportaba mayoritariamente hacia Europa, este siguió cotizando con descuento, que se amplió inmediatamente después de la introducción de las sanciones, aunque luego volvió a los niveles vistos antes de diciembre de 2022, mientras que en la variedad Siberia Oriental-Océano Pacífico (ESPO), que tradicionalmente se exporta a Asia, se mantuvo más cerca de los precios internacionales del petróleo y por encima del tope del precio impuesto.

De su lado, los economistas del BCE advierten de que el mercado europeo del diésel sigue ajustado, a pesar del refuerzo de la UE de sus importaciones de petróleo refinado. De este modo, reconocen que aún podría materializarse un impacto más fuerte de las sanciones en los mercados petroleros mundiales, ya que los países sancionadores pretenden mantener el nivel del tope al menos un 5% por debajo del precio de mercado del petróleo ruso, por lo que futuras reevaluaciones del mismo podrían probar si las sanciones están funcionando según lo previsto.

Por otro lado, los economistas del banco central de la zona euro subrayan que el embargo y el correspondiente mecanismo de tope de precios de los productos de petróleo refinado aún se encuentran en una fase temprana de implementación, lo que implica que todavía existe una gran incertidumbre sobre el impacto final en los mercados de productos de petróleo refinado.

En este sentido, advierten de que, con el tiempo, «el embargo puede agregar presiones adicionales sobre los precios en un mercado de diésel europeo ya ajustado», con la UE teniendo que ofertar por barriles de diésel de los Estados Unidos y Oriente Próximo en competencia con los clientes tradicionales de esos proveedores.