El césped a estrenar del Stade de France ha centrado la atención en la rueda de prensa previa a la final de la Champions League. El verde del estadio es motivo de controversia, debido al desconocimiento del estado en el que se encontrará. Su reciente instalación hace que sea una incógnita saber si estará en las condiciones adecuadas para un partido de la altura al que disputarán este sábado Real Madrid y Liverpool. El motivo, el cambio de sede de la final y que había diversos eventos programados en el estadio para estas fechas.
Una empresa catalana ha sido la encargada de las labores de transporte e instalación del nuevo césped del Stade de France. En apenas unos días han conseguido que el escenario de la final esté completamente preparado para acoger el partido del año, en el que ambos conjuntos se jugarán el título continental. Pero, pese a que los trabajos se han producido en tiempo récord, ha sido imposible respetar los plazos que se consideran adecuados para que las condiciones del césped estén a la altura.
El traslado se produjo en camiones frigoríficos. En ellos viajaron los 500 tepes de césped crecido, desde España hasta la ciudad parisina. La composición del mismo es del 95% natural y otro 5% híbrido y comenzó a ser instalado el martes por la mañana, finalizando su colocación el miércoles, cuando no habían pasado ni 48 horas.
Sin embargo, los plazos para que se esté en sus mejores condiciones no se cumplen. Se estima que el césped debe llevar entre cuatro y cinco días plantado para que estas sean óptimas. Sin embargo, apenas habrán pasado 72 horas de su instalación cuando comience a rodar el balón en el Stade de France.
Por el cambio de sede
El cambio de sede de la final ha impedido disponer de una mejor planificación para darle los cuidados necesarios al césped de la final. La UEFA decidió trasladar la final tras la invasión rusa a Ucrania, pasándola de San Petersburgo a la capital francesa. Pero había un problema de agenda que impedía que el estadio se preparase para el partido con la debida antelación.
En el estadio de Saint Denis disputa sus partidos la selección francesa. Pero al tratarse de un recinto multiusos, en el que se juega al fútbol, al rugby y se organizan todo tipo de espectáculos, había varios eventos programados para las semanas previas a la final, lo que obligaba a cambiar el césped antes del partido.
El pasado 7 de mayo se disputaba la final de la Copa de Francia, entre el Nantes y el Niza. Después, se celebraron varios conciertos, por lo que fue necesario el cambio del verde del estadio. El trabajo de los operarios ha ido a contrarreloj, lo que puede condicionar el estado del verde para la celebración del partido.
Y es que, apenas han tenido un margen de dos días para instalarlo. El último concierto se celebró el sábado pasado y, después de las tareas de desmontaje del mismo, el estadio fue entregado a la UEFA. No fue hasta el martes cuando comenzó a ponerse el césped, que para el miércoles estaba ya instalado en su totalidad.