Alba Ramos, una madridista de 21 años que viajó llena de ilusión a París para ver la final de la Champions junto a unos amigos en la Fan Zone de la afición madridista, relata a OKDIARIO el miedo que pasó a la hora de abandonar los alrededores del Stade de France, donde grupos organizados de delincuentes trataron de robar y agredir a los seguidores del Liverpool y los blancos.
Alba lamenta que este iba a ser el mejor viaje de su vida, pero no ha sido así porque nunca había pasado tanto miedo. “Al finalizar el partido todos los que nos encontrábamos allí fuimos a los alrededores del Stade de France para celebrar la victoria. Lejos de una celebración, cuando llegamos, nos vimos encerrados en una ratonera”, explica.
“Lo primero que nos sorprendió fue la poca seguridad que había. Las dos aficiones estaban saliendo juntas y sólo había 20 antidisturbios en el lugar. Llegamos a una zona desde la que se veía desde arriba una explanada por la que salían los aficionados que habían entrado al campo. Gente cayéndose al suelo, otros corriendo, otros llorando; navajazos, peleas, robos… era todo lo que se veía. No eran peleas entre los aficionados de los distintos equipos. Ambas aficiones estaban siendo atacadas por bandas organizadas”, relata la joven.