Vinicius Júnior volvió a ver la tarjeta amarilla en el partido entre el Real Madrid y el Espanyol. El extremo brasileño fue nuevamente amonestado por una acción que despertó las iras del Santiago Bernabéu, ya que Figueroa Vázquez fue demasiado riguroso y sancionó con dureza una acción que se produjo en campo propio del equipo catalán.
El Espanyol recuperó la pelota y Rubén Sánchez se dispuso a iniciar el contraataque. Vinicius fue a obstaculizar la jugada y se inició un forcejeo entre ambos que concluyó con falta del jugador del Real Madrid. El árbitro no tuvo piedad y enseñó al brasileño su octava tarjeta amarilla en esta Liga Santander, una cifra llamativamente abultada teniendo en cuenta que es un atacante.
Con sus gestos, Vinicius dio muestras de no dar crédito por el castigo y la acción tampoco pasó desapercibida para Carlo Ancelotti. En cuanto Figueroa Vázquez pitó el descanso del partido, el entrenador italiano se marchó directo a por el árbitro para protestar por la jugada, consciente de que su atacante más inspirado volvía a quedar en riesgo de expulsión.
