La dureza del Mallorca quedó sin castigo

Sigue la barra libre para cazar a Vinicius

Vinicius volvió a sufrir la extrema dureza del Mallorca, que volvió a salir indemne de una nueva cacería al brasileño

Vinicius y Rodrygo reinan

Vinicius
Vinicius sufriendo una entrada ante el Mallorca. (AFP)

Vinicius Júnior volvió a bailar contra el Mallorca, a pesar de volver a ser víctima de la extrema dureza del equipo de Javier Aguirre. Estaba avisado de la que se le venía encima, puesto que el año pasado tuvo sus más y sus menos con Pablo Maffeo, y los pronósticos se cumplieron. De nuevo, volvió a sufrir las constantes entradas del equipo bermellón, en lo que es la enésima cacería que se permite contra él en las dos últimas temporadas, puesto que volvió a quedar sin consecuencias.

El extremo madridista desquició por completo a la defensa mallorquinista, que sólo pudieron pararlo a base golpes y patadas. Como viene siendo habitual, el ensañamiento rival volvió a contar con la permisividad arbitral. En este caso, fue Figueroa Vázquez quien señaló únicamente tres faltas sobre el brasileño y sin sacar tarjeta alguna por ellas.

Desde que comenzase a marcar diferencias el pasado curso, Vinicius se ha convertido en el blanco de los rivales. Ser uno de los mayores atractivos de la Liga Santander y uno de los futbolistas más determinantes del mundo ha provocado que los contrarios únicamente puedan pararle a base de entradas que, independientemente de la dureza, son permitidas de manera constante por los colegiados. Al contrario del proteccionismo que reinaba con figuras como Messi, con Vinicius da la sensación de que hay un coto de caza libre.

La del encuentro contra el Mallorca es la segunda de la temporada y no es más que una más de los de Son Moix. El pasado curso, Vinicius ya tuvo su pique con Maffeo, que estuvo a punto de lesionarle de gravedad con una entrada criminal que el brasileño logró sortear. En esta ocasión, el lateral se volvió a emplear a fondo con el único objetivo de que no le superase. Pero fue insuficiente, puesto que el brasileño ganó más de la mitad de los duelos que protagonizó.

Además, volvió a ser vital para que los de Ancelotti mantuvieran el pleno en Liga, con el gol que puso por delante a los blancos en el marcador. El seguimiento de la defensa bermellona fue inefectivo, puesto que el astro canarinho aprovechó un hueco para recibir en el área, recortar a un rival y batir a Rajkovic, haciendo el 2-1 que encarrilaba el partido.

«No tiene que cambiar nada»

Una de las quejas de los jugadores del Mallorca fueron las provocaciones de Vinicius. En las últimas semanas, se han criticado los bailes a la hora de celebrar sus goles, pero Ancelotti lo tiene claro. El técnico madridista, al término del encuentro, fue claro al referirse a la relación del brasileño con los árbitros, con los que mantiene constantes disputas por la permisividad hacia el juego brusco del contrario, y también con los contrarios.

Carletto lo tiene claro y quiso echar un capote a su futbolista en la sala de prensa, dejando claro que no es a Vinicius a quien hay que reprocharle su manera de jugar ni sus cabreos por el juego brusco del rival: «Es normal que sean más agresivos de lo normal, pero Vinicius no tiene nada que cambiar de su actitud. Respeta mucho a los rivales y a los árbitros».

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