Aunque el Santiago Bernabéu todavía no luce al cien por cien debido a las reformas que le llevarán a ser uno de los mejores estadios del mundo, el coliseo madridista se pondrá sus mejores galas para volver a escuchar el himno de la Champions. 580 días después una de las sintonías más representativas en el mundo del fútbol volverá a sonar en Chamartín en los prolegómenos del encuentro perteneciente a la segunda jornada de la fase de grupos que medirá al Real Madrid con el Sheriff Tiraspol, un equipo moldavo, que vive instalado en la extinta URSS, con mucho que ganar y nada que perder.
El Real Madrid pone de nuevo el modo Champions tras una semana marcada por la Liga que los hombres de Ancelotti han finalizado con un sabor de boca agridulce. Tras sumar tres puntos de campeonato frente al Valencia y brillar ante el Mallorca con set incluido, el empate a cero en el Bernabéu contra el Villarreal impidió cerrar los siete días donde el campeonato doméstico ha sido el protagonista consiguiendo nueve puntos de nueve posible. No obstante, las sensaciones son buenas, el equipo de Carletto sigue sin perder en lo que va de temporada y ante el Sheriff Tiraspol saben que tienen que vencer y convencer.
Para este duelo Ancelotti recupera a Toni Kroos. El alemán ha superado la pubalgia que le hizo parar tras la Eurocopa y por fin ha podido entrar en una convocatoria, aunque no comenzará el partido desde el principio. El centro del campo será, en principio, el formado por Casemiro, Valverde y Modric. En la portería no hay dudas y actuará Courtois, mientras que en la defensa sí hay más debates. Nacho o Lucas pelearán por un puesto en el lateral derecho, mientras que Miguel Gutiérrez podría volver al flanco zurdo. Además, Militao y Alaba serán la pareja de centrales. Por último, en ataque el tridente que más opciones tiene de partir desde el principio es el compuesto por Hazard, Vinicius y Benzema.
Mucho más que la cenicienta
Este equipo de 24 años de vida está disfrutando de su primera participación en la Champions, donde el destino ha querido cruzarle con el rey de la competición. Los moldavos, aunque transnistrios de corazón, ya ganaron en su debut al Shakhtar en Tiraspol por 2-0 y buscarán la machada en su estreno en el Santiago Bernabéu.
El Sheriff Tiraspol, es el campeón de Moldavia, pero representa a un territorio separatista llamado Transnistria de unos 470.000 habitantes que tras la desintegración de la URSS en 1991 se separó del resto de Moldavia, uno de los países europeos más desconocidos.
Desde entonces, Transnistria, protegido por soldados rusos, es independiente ‘de facto’, aunque ningún otro país del mundo lo haya reconocido. En términos futbolísticos y con el fin de formar parte del sistema UEFA, Tiraspol, la capital de unos 100.000 habitantes juega en el campeonato moldavo, que el Sheriff ha ganado en 19 de las últimas 21 ediciones. La animadversión entre Transnistria y Moldavia es grande.
El club es propiedad de Sheriff, un conglomerado empresarial que incluye supermercados, gasolineras, una red de telefonía móvil, un criadero de esturiones y la destilería de coñac local. Fundado por dos veteranos de las fuerzas de seguridad, uno de ellos el actual presidente del club, Victor Gushan, la casa madre del Sheriff Tiraspol controla una buena parte de la economía de Transnistria y es un actor principal desde el punto de vista político.
El rival 108
El Sheriff Tiraspol será el rival 108 del Real Madrid en la historia de la Copa de Europa y de la Champions. Esta lista comenzó en septiembre de 1955 con el Servette de Suiza. Desde entonces, algunas rivalidades han llegado a convertirse en clásicos del fútbol europeo como los 26 partidos disputados ante el Bayern de Múnich o los 21 contra la Juventus. Ambos enfrentamientos son los más repetidos en esta competición. En cuanto a su procedencia destacan los conjuntos alemanes, con diez rivales distintos de esta nacionalidad. Los anteriores equipos en unirse a esta lista de rivales fueron el Atalanta y el Chelsea, ambos la pasada temporada.