El Real Madrid protestó un penalti que cometió Diego Carlos en la segunda parte del partido frente al Sevilla disputado este domingo en el Santiago Bernabéu. Corría el minuto 74 del encuentro cuando en una disputa aérea con Camavinga, recién ingresado en el terreno de juego, el central brasileño del conjunto andaluz acabó despejando con su brazo derecho tras saltar con ambos brazos abiertos en el interior del área sevillista.
Sánchez Martínez no señaló nada sobre el césped a pesar de las quejas de los futbolistas merengues, y tampoco avisó al colegiado del partido De Burgos Bengoetxea, que estaba al frente del VAR en el Real Madrid-Sevilla de este domingo. Pese a que el zaguero carioca se aprovecha claramente de esa ventaja generada abriendo los brazos y golpea el esférico con el antebrazo derecho, ni el árbitro principal ni el responsable del VAR consideraron punible la acción.
Un penalti que acabó pasando desapercibido porque minutos después Vinicius Jr. marcaría el segundo tanto de los blancos tras una brillante jugada personal, un gol que a la postre dio la victoria al Real Madrid en un duelo trascendental en la parte alta de la clasificación.