Las crisis son aquellos periodos de tiempo que transcurren entre título y título del Real Madrid. Hasta los más moderados hemos llegado a cuestionar al conjunto blanco mientras nos encontramos con la evidencia de que ha cerrado el 2024 ganando cinco títulos y sigue en la pelea para que 2025 sea extraordinario.
El partido ante Pachuca no pasará a la historia dada la entidad del rival, que concedió mucho al Madrid, pero supone una nueva constatación de que el Real Madrid mira al resto desde arriba. Ancelotti, hombre calmado y humilde que se da muy poca importancia a sí mismo, superó a Miguel Muñoz y ya es el entrenador con más títulos de la historia del club que más títulos tiene. Ocurra lo que ocurra con él al final de temporada, ya cuenta con ese increíble honor.
También ha sido cuestionado Mbappé, que ayer dejó una nueva actuación convincente. Algunos han enterrado demasiado pronto a un jugador que lleva dos goles en dos finales y que emite sensaciones cada vez más positivas. Ayer se le veía ligero y preciso en los primeros toques. Va claramente para arriba y cada día parece que su integración es más óptima.
Por supuesto, Vinicius también ha recibido consejos sobre su comportamiento con la condescendencia de que eso le haga mejorar como jugador. Se puede criticar, por supuesto, lo que se quiere de Vinicius, pero parece que es mala estrategia si quieres perjudicarle. El brasileño parece usas como gasolina cada crítica para seguir creciendo. Lejos queda el extremo con desborde y velocidad. Ahora Vinicius es un jugador capaz de ganar el partido de formas muy diferentes. El reciente The Best ha hecho justicia ante el agravio del Balón de Oro.
El Real Madrid es un equipo que aún está lejos de ser perfecto. Tiene bajas importantes que han debilitado mucho su defensa, tiene que lidiar con la concentración con la que sale a algunos partidos, está falto de un centrocampista creativo que se consolide y algún defecto más, pero absolutamente nadie tiene dudas de que es un equipo al que nadie se quiere enfrentar en un día decisivo. El Barça ha cometido el error de meterle en la Liga por completo y en la Champions será el ogro del los dieciseisavos. Pero hasta el siguiente título tendremos que gestionar la crisis.
