Por todos es sabido que el Real Madrid ha ganado seis Champions de las últimas once ediciones. Se trata de un logro que sólo encuentra comparación en el Madrid de los años 50 y 60. Si fue una gesta no replicada entonces, ahora resulta más complicado si cabe imaginarlo en cualquier club. La actual Champions es disputada por varios de los mejores de cada liga y algunos de los propietarios de ciertos clubs son oligarcas, fondos o incluso estados. No cabe duda de que resulta mucho más complicado repetir actualmente. De hecho sólo el Madrid lo ha conseguido con el actual formato.
En estas Champions podemos encontrar varios protagonistas: Sergio Ramos con sus remates, Cristiano con sus récords, Bale con sus chilenas o Vinicius con sus goles decisivos. Son sólo algunos ejemplos: el Madrid ha convertido en héroes a varios futbolistas que han pasado por el conjunto blanco, pero siempre le ha quedado claro a todo el mundo que el club ha estado por encima, que el club incluso ha elevado el nivel de estos jugadores hasta el punto de superar los propios límites que parecían preconcebidos para ellos. Tal es así, que algunos de estos héroes han salido prematuramente del club cuando los intereses del Madrid no estaban alineados con los intereses particulares de sus estrellas.
La persona que siempre ha tenido claro cómo debe gestionarse el Madrid a pesar de asumir medidas impopulares es la misma que ha estado en todas estas Champions e incluso ya estaba en la Novena: Florentino Pérez. Las diferencias hoy en día entre el Real Madrid y Barça resultan abismales, pero a pesar de la diferente idiosincrasia de cada club y de su historia, más grande la blanca por supuesto, la principal explicación que se me ocurre para explicar ese abismo es que Florentino Pérez es el presidente del Real Madrid.
La gestión del presidente madridista ha permitido tener una situación económica que ha dado estabilidad y capacidad de inversión al club, pero es su visión y su entendimiento del club lo que más marca las diferencias. Florentino nos ha educado a los socios y aficionados del Madrid a entender lo importante que es tener claros los objetivos y la estrategia para conseguirlos.
Tal ha sido esta educación que la cultura del hincha madridista ha cambiado haciendo más complicado que en el futuro un advenedizo arruine al Madrid ante la pasividad de sus socios. No es que el socio culé estuviera menos preparado de inicio o sea menos inteligente, es simplemente que no ha podido disfrutar de un presidente como Florentino. El presidente madridista ya cuenta con más Copas de Europa que Bernabéu, pero eso no le ha hecho perder ni la humildad ni la perspectiva de que el camino lo marcó Don Santiago hace muchos años. Confío que los siguientes presidentes del Real Madrid tengan a Florentino como referente y la cultura creada se haga perene en el Madrid.