Del siniestro al delirio
Otra remontada histórica en el Bernabéu que volvió a ver las dos caras del Real Madrid en la Champions
Los de Ancelotti perpetraron un primer tiempo infame pero dieron la vuelta al 0-2 del Borussia en una segunda mitad épica con Vinicius, que logró un 'hat-trick', como gran estrella
Un, dos, tres, el Real Madrid remontó otra vez. Lo hizo de forma exprés para igualar en 108 segundos el 0-2 con el que el Borussia Dortmund se había ido al descanso. El equipo de Ancelotti escupió en su escudo y perpetró una infame primera mitad, que arregló en la segunda como si el técnico hubiera hecho once cambios. Rüdiger y Vinicius lograron los dos primeros goles y Lucas y el propio Vini, que selló su hat-trick, abrocharon otra remontada de Champions en el Bernabéu.
Ancelotti buscaba afanosamente la tecla para jugar bien como Pedro Sánchez busca defender a su mujer: entre la insistencia y la resignación. Frente al Borussia Dortmund sacó del once a Tchouaméni y Camavinga (carne fresca para el Clásico) y metió a Modric en el medio y arriba a Rodrygo, que es un fijo discontinuo en la alineación, para que el Real Madrid regresara al 4-3-3 en busca de cualquier tiempo pasado, que fue mejor, claro.
Dibujaba el Real Madrid un equipo plagado de delanteros como si fuera un capítulo de Oliver y Benji. Ya veríamos si para defender no se les iba a hacer demasiado cuesta arriba o se iban a fundir a negro. Un centro del campo con Valverde, Modric y Bellingham sonaba a música celestial para atacar pero era un chirrido para defender. Atrás repetían Lucas, Militao y Rüdiger para escoltar a Courtois y recuperaba su puesto el inefable Mendy. Arriba, amén del citado Rodrygo, formaban Vinicius y Mbappé, faltaría más.
Llegaba al Bernabéu el Borussia Dortmund, sorprendente finalista el año pasado y no menos sorprendente líder esta temporada después de dos jornadas del nuevo formato, con las bajas del velocísimo Adeyemi y del ex del Girona Yan Couto, pero sí recuperaba al portero Kobel y al central Sule. Y llegaba con Nuri Sahin, que pasó por el Real Madrid con más pena que gloria como jugador, al frente del banquillo.
Nació el partido intenso y táctico. Trataba de presionar el Real Madrid y dibujaba el Borussia Dortmund un magnífico 5-4-1 como si fuera de videojuego. Los jugadores de Sahin mostraban una coordinación impresionante. Trataban de dominar los blancos cargando el área con un montón de gente. Córner a córner el equipo de Ancelotti fue cercando a los alemanes en torno al meta Kobel.
Más bajo no se puede
Buscaba el Borussia Dortmund sorprender en las contras pero el Real Madrid también se tapaba los pies con su manta futbolística. De repente el partido se cayó porque el equipo de Ancelotti se pertrechó atrás en un bloque más bajo que el alcalde de Madrid. Y en el crimen que estaba perpetrando el equipo madridista llevó el castigo del gol del Dortmund.
Fue a la media hora de juego cuando Lucas Vázquez se fumó un puro con la pelota en la frontal del área y la perdió de forma estúpida. Ni los del cadete B cometen errores así. El Borussia desenvolvió el regalo, se la dio a Guirassy que les hizo un roto a los dos centrales y se la dejó a Malen, que fusiló a placer a Courtois.
Flipaba Ancelotti y el Bernabéu, pero lo peor estaba por llegar. Dos minutos después vino el segundo del Borussia Dortmund, que se aprovechó de la pasividad del espantoso Mendy por la izquierda y de Lucas por la derecha para que Malen diera a placer el pase de la muerte y Gittens lo aprovechara a placer en el segundo palo. Se mascaba la tragedia en un Bernabéu que ni se inmutaba.
Desastre en el Bernabéu
El 2-0 espoleó al Real Madrid, que encadenó dos voleas al larguero en un minuto, una de Rodrygo y otra de Bellingham, que merecían haber acabado en gol pero cuando. Pero el Borussia no había dicho su última palabra porque Julian Brandt hizo lucirse a Courtois para evitar el tercero, que habría sido ya la releche. Y dos minutos después otra vez el meta blanco sacó otra mano abajo para evitar que el tiro de Gittens fuera para adentro.
La mejor noticia para el Real Madrid fue la llegada del descanso. Tímidos pitos en el Bernabéu para despedir a un equipo zombi. Muy pocos. Y muy merecidos. El equipo siguió estando más muerto que vivo en el arranque del segundo tiempo. Mismos defectos aunque con una pizca de vergüenza torera. Hubo que esperar siete minutos para que Lucas Vázquez se asomara al área e hiciera intervenir al meta Kobel a bocajarro para enviar el balón a córner.
El Borussia Dortmund se echó descaradamente atrás para proteger su valioso 0-2 e invitó al Real Madrid a atacar. Y se guardaba el veneno para las contras como la de Malen en el 57 que obligó a Courtois a tirarse al suelo para enviar a córner. La respuesta local no se hizo esperar. Fue una jugada de Mbappé pegado al costado derecho en el lateral del área. Kylian sentó a su par y la puso al área pequeña, allí apareció Rüdiger para cabecear con el alma el 1-2.
Remontada en combustión
Entró en combustión el Real Madrid y consiguió una remontada exprés en 108 segundos que se resume en los ojos encendidos de Rüdiger. El 2-2 llegó en otra jugada en la que apareció Mbappé en el área grande, se cruzó un rival para impedir su disparo y su despeje llegó a los pies de Vinicius, que fusiló a Kobel. Enloquecía el Bernabéu tan experto en estas remontadas.
El Real Madrid, con el 2-2 ya en el zurrón, se tomó un pequeño respiro y en el 70 Ancelotti decidió sacar por fin del campo a Modric para meter a Camavinga. Al croata se le había hecho demasiado largo el partido. No está para mucho más de media hora por mucho talento que tenga. La entrada de Camavinga dio un poco de aire al equipo de Ancelotti, que ya jugaba contra el reloj para ganar el partido.
La tuvo Mbappé, que estuvo chupón en una acción individual al filo del 80. Ni miró a nadie ni quiso mirar, así que el meta del Dortmund sacó su tiro raso con los pies. Vino después la ocasión del Borussia, que sacó como siempre Courtois, el ángel de la guarda de Ancelotti. Y fue el preludio del tercero del Real Madrid. Lo marcó Lucas Vázquez, que se había tirado el segundo tiempo jugando de extremo. Se aprovechó de una asistencia sin querer de Brandt para introducirse en el área y ponerla con fuerza en el palo largo de Kobel.
Súper-Vinicius
El lateral del Real Madrid devolvía a su equipo lo que le había quitado en los dos primeros goles del Borussia Dortmund. Pero el delirio no había terminado en el Bernabéu porque aún faltaba otro gol de Vinicius, que recogió una pelota en su propio campo, recorrió el techado césped del Bernabéu y la puso con delicadeza lejos del alcance de Kobel. Vini se despelotó para tener su portada enseñando sus calzoncillos Nike.
Y aún le daría tiempo a Vinicius para lograr su particular hat-trick con una magnífica jugada individual en la que sentó a cuantos jugadores del Borussia le salieron al paso para sellar el definitivo 5-2 con el que el Real Madrid lograba otra remontada histórica de Champions en el Bernabéu. Y las que le quedan.