El Real Madrid vuelve a los entrenamientos este lunes y lo hace con la cuesta de enero en mente. El calendario no dará respiro a los blancos una vez que comience el año y sólo en enero disputarán cuatro competiciones distintas y un mínimo de siete partidos, que podrían llegar a nueve si pasan a la final de la Supercopa y a octavos de Copa del Rey. Una importante carga para las piernas de los futbolistas del conjunto blanco, que nada más regresar de sus minivacaciones tendrán que rendir al máximo si quieren seguir en la pelea por el pleno de títulos de la temporada.
Después de medirse al Sevilla el pasado 22 de diciembre, el conjunto blanco ha disfrutado de una semana de vacaciones en la que sus futbolistas han aprovechado para desconectar, recargar pilas y viajar. Pero este lunes termina lo bueno y volverán al trabajo. El equipo será el primero en jugar en 2025, puesto que recuperarán el partido de la jornada 12 aplazado por la DANA, contra el Valencia. A partir de ahí, comenzará un mes cargado de partidos de máxima exigencia, debido a la importancia de todos ellos en las diversas competiciones.
Desde Mestalla, donde juegan el 3 de enero, los blancos viajarán a Cartagena para medirse a la Deportiva Minera de Segunda Federación en Copa del Rey. Después, llegará la hora de viajar a Arabia Saudí, donde se enfrentarán al Mallorca en las semifinales de la Supercopa de España. Una hipotética final ante Athletic o Barcelona el domingo 12 de enero. Ese día podrían certificar el tercer título de la temporada, tras la Supercopa de Europa y la Intercontinental.
En caso de que consigan deshacerse de la Deportiva Minera en dieciseisavos de final de Copa del Rey, a su vuelta de Arabia deberán jugar los octavos, también a partido único. El partido, que tiene bastantes probabilidades de ser contra un equipo de Primera División, se disputaría entre los días 15 y 16 de enero. El domingo 19 llegará de nuevo la Liga, donde recibirán a Las Palmas.
La cuarta competición que entrará en escena en 2025 será la Champions League. Lo hará el día 22 de enero, con los blancos recibiendo en el Bernabéu al Red Bull Salzburgo. En ese duelo, correspondiente a la jornada 7 de la fase de liga, buscarán mantener vivas sus opciones –que son mínimas– de acabar entre los ocho primeros y acceder, por tanto, de manera directa a los octavos de final.
La Champions cerrará una semana después su primera fase y los blancos viajarán a Francia para medirse al Stade Brest, una de las revelaciones de lo que llevamos de competición. Sin embargo, antes tendrán otro partido importante, esta vez, de nuevo en Liga. Los madridistas irán a Zorrilla en busca de los tres puntos ante un Valladolid en horas bajas. Tres puntos fundamentales de cara a la pelea por la primera plaza que en estos momentos ostenta el Atlético.
El Real Madrid se carga de partidos
Por ello, el Real Madrid volverá de las vacaciones y no podrá desconectar en todo el mes de enero. Se jugarán su supervivencia en la Copa del Rey, ganar la Supercopa y, también, intentar evitar jugar la eliminatoria de acceso a octavos de final de la Champions League. El objetivo de los blancos –complicado– es el de finalizar entre los ocho primeros de la clasificación, algo complicado si se tiene en cuenta que el noveno cuenta con cuatro puntos más que los de Ancelotti, a falta de dos jornadas para el final.
Además, no hay que olvidarse de una Liga en la que disputarán tres partidos. El partido aplazado es fundamental, puesto que puede ponerles líderes provisionales, a la espera de que el actual líder, el Atlético de Madrid, tiene un partido pendiente también, de la jornada 19 que coincide con la estancia madridista en Arabia Saudí para jugar la Supercopa. Después, los partidos ante Las Palmas y Valladolid no deberían suponer un excesivo problema, pero la carga de partidos acumulada puede pasar factura a los de Ancelotti.