El Real Madrid ha activado este verano su palanca particular. El conjunto blanco ha recaudado 100 millones de euros por la venta de varios de sus jugadores. Las marchas de Kubo, Mayoral, Chust, Miguel Gutiérrez, Gila y Casemiro han llenado las arcas del club, que ahora mismo –y salvo sorpresa de última hora– mantendrá un saldo positivo en el balance de fichajes de la presente ventana estival.
Los madridistas esperaban un verano movido en Valdebebas y en las últimas semanas se ha acelerado. A las salidas de Marcelo, Bale e Isco, los tres que terminaban contrato, se sumó la de Jovic, que también se marchó a coste cero. Quedaba por resolver el futuro de los descartes y de varios de los jóvenes. Con lo que no se contaba era con la marcha de Casemiro, aunque el club se rearmó bien mucho antes de que se precipitasen los acontecimientos con la llegada de Tchouaméni.
Ha sido la salida del brasileño la que ha puesto la guinda al buen verano de ingresos de los blancos en lo que respecta a las salidas. Su venta al Manchester United se ha convertido en la tercera más cara en la historia del club, sólo superada por la de Cristiano a la Juventus y la de Di María al propio conjunto inglés. Nadie contaba con que dejara de estar a las órdenes de Ancelotti, pero al menos su marcha ha dejado en la caja 72 millones de euros.
El siguiente que más dinero ha dejado este verano es Mayoral, con su salida al Getafe por 10 millones de euros. Por su parte, la venta de Gila a la Lazio y de Kubo a la Real Sociedad han reportado seis millones. En el caso de Miguel Gutiérrez al Girona se estima que el club ha recibido cerca de cinco millones de euros por la venta del 50% de sus servicios, mientras que Chust ha sido adquirido por el Cádiz por un millón.
Importante ahorro salarial
Las salidas también han supuesto un importante ahorro en masa salarial del Real Madrid. Los blancos habían descargado hasta 70 millones de euros con las marchas de Bale, Isco, Marcelo y Jovic. Ahora, con la venta de Casemiro, incrementan ese ahorro en fichas, puesto que el futbolista percibía unos 16 millones anuales brutos y tenía contrato hasta 2025.