Messi ya no da en el blanco
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Si a cualquiera de ustedes le dicen que Leo Messi lleva 1.380 días sin marcar un gol al Real Madrid, posiblemente no se lo crea. Pues es la tozuda realidad. El crack argentino, otrora verdugo habitual del eterno rival, se ha quedado en blanco en sus últimos siete Clásicos. Este martes revivirá aquellos maravillosos duelos porque, aunque sea con la camiseta del PSG, para Messi jugar ante el Madrid siempre será un clásico.
6 de mayo de 2018. Aquel día se jugó un Clásico en el Camp Nou que acabó en en tablas (2-2). Poca gente sospechaba entonces que sería la última vez que Leo Messi se retaría con Cristiano Ronaldo –fue el último duelo contra el Barça del luso– y también la última en que celebraría un gol contra el Real Madrid. Fue el último de los 26 goles que Leo le ha marcado al equipo blanco, una estratosférica cifra que le convierte en el máximo goleador histórico de los Clásicos.
Desde entonces Leo Messi se enfrentó siete veces al Real Madrid, cinco en Liga y dos en Copa, sin dar en el blanco. Al final de la temporada pasada Messi se despidió entre lágrimas del Barcelona. Hizo las maletas y recaló en París, casualidades de la vida, igual que el capitán del Real Madrid, Sergio Ramos. Leo se llevó bajo el brazo sus estadísticas en los Clásicos y quién sabe si su maldición.
La transición del divorcio Messi-Barcelona no ha sido fácil para ninguno de los dos cónyuges, que se extrañan como quien añora cualquier tiempo pasado. El Barça pena en caída libre por la Liga, ya sin Supercopa, ni Copa, ni Champions. Messi, por su parte, se aburre en la liga de Francia mientras busca su sitio en un PSG con demasiados egos en su caseta.
Este martes (y en la vuelta en el Bernabéu) Leo Messi tendrá la oportunidad de volver a ponerse su traje de ogro contra el Real Madrid, aunque los blancos parecen haber dado con la tecla para dejar seco al goleador más caudaloso al que jamás se hayan enfrentado. El duelo promete ser memorable y en el equipo madridista esperan ayudar a que Messi prolongue una sequía no por inesperada menos bienvenida.