La prensa mundial alucinó con el robo que sufrió el Real Madrid en Mestalla el pasado sábado por la noche. Fue un escándalo que dio la vuelta al mundo. En Inglaterra, Francia, Italia, Brasil, Portugal o Argentina no podían creer, al igual que los blancos, como Gil Manzano pitó el final y el gol de Jude Bellingham no subió a marcador.
El mundo entero del fútbol se ha levantado en este domingo incrédulo ante la situación inaudita que se vivió en Mestalla. Los periódicos, deportivos o no, de todo el mundo, llevan en sus ediciones el robo histórico que sufrió el Real Madrid el pasado sábado a manos de Gil Manzano. Nadie puede entender como pitó el final en ese momento.
«El gol anulado al Real Madrid al final del partido recuerda al intento de Zico en el Mundial de 1978», afirman desde Brasil. «Campanas y silbatos. El gol ganador de Bellingham no subió al marcador después de que el árbitro hiciese sonar su silbato antes de que el balón cruzase la línea», señalan en Inglaterra. «Incluso podrían haber ganado en el último segundo sin el pitido del árbitro», afirman en Francia con contundencia.
Escándalo mundial en Mestalla contra el Real Madrid
Gil Manzano la lio de manera monumental en Mestalla después de no dar como válido un gol de cabeza de Jude Bellingham en el último segundo de partido que colocaba el 2-3 en el marcador. El escándalo que se vivió en los últimos segundos del Valencia-Real Madrid fue histórico y sin precedentes. El colegiado extremeño pitó el final del encuentro cuando Brahim centraba un balón al área y mandó a los jugadores al vestuario una vez vio que la pelota había entrado al fondo de la red. El encuentro terminó con empate a dos y los blancos perdieron dos puntos de manera injusta.
Superábamos el minuto 98 de partido en Mestalla. El colegiado del partido había añadido siete minutos, pero durante el descuento se habían perdido varios minutos por un penalti que el VAR revisó. Mínimo dos. Por eso se siguió jugando. Modric puso un córner al área, la defensa del Valencia despejó el cuero y Gil Manzano parecía que iba a pitar el final.
Pero Gil Manzano no pitó el final y dejó seguir la jugada. Brahim recuperó la pelota en la frontal del área, realizó un giro magnífico y puso un gran centro. Fue precisamente en el momento del centro cuando el colegiado extremeño se llevó el silbato a la boca. En ese momento, la pelota llegó al corazón del área y Jude Bellingham anotó el 2-3.
Gil Manzano vio la jugada y en el momento que el cuero estaba traspasando la línea de gol decretó el final definitivo señalando el camino hacia vestuarios. No quiso dar el gol y no dio validez a la victoria del Real Madrid. Los jugadores madridistas no se lo podían creer y fueron en grupo con las manos en la cabeza a protestar incrédulos esa decisión. Durante esas protestas, los blancos recibieron otro castigo, ya que Gil Manzano le mostró la roja directa a Jude Bellingham.