Christopher Nkunku fue un calvario para la defensa del Real Madrid en la derrota de los blancos ante el Leipzig en la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions. El francés brilló con luz propia y fue una amenaza constante para los blancos. Hizo el segundo gol de los alemanes, pero fue mucho más sobre el verde del RB Arena. Entró por la derecha, por la izquierda y por el centro, supo atacar los espacios, asistió y remató. Una joya que tiene los días contados en el club de la Red Bull y que demostró en el escenario perfecto que está llamado a hacer grandes cosas.
El Real Madrid los sufrió en sus propias carnes, pero, como cualquier amante del fútbol, también lo disfrutó. El francés dio un recital ante el vigente campeón de Europa, al que zarandeó a su placer, demostrando que está llamado a brillar en clubes de mayor entidad. El Chelsea ha tomado la delantera a todos para hacerse con sus servicios la próxima temporada, pero desde el Santiago Bernabéu no quieren perder la esperanza. Es posible que ya sea demasiado tarde, pero si surge la oportunidad el club se planteará la posibilidad de fichar a un jugador de 24 años que está llamado a marcar la diferencia.
El Real Madrid, y el resto de Europa, saben el precio de Nkunku: 60 millones de euros. Esa es la cláusula liberatoria que su agente, Pini Zahavi, se aseguró antes de firmar la renovación del delantero con el Red Bull Leipzig hasta 2026 y ese es el precio que tendría que pagar el club blanco o cualquiera de sus pretendientes en el caso de acometer el fichaje del delantero francés.
Un ‘viejo’ conocido
El Real Madrid maneja excelentes informes de Nkunku desde edad juvenil, cuando era una de las perlas del PSG. Tuvo que salir de París para mostrar todo el fútbol que llevaba dentro y la pasada temporada fue la de su explosión en la élite. El galo llamó poderosamente la atención de los técnicos del Real Madrid en la temporada 2015-2016, cuando se enfrentó al Juvenil A del equipo blanco en la UEFA Youth League. Tres veces se encontraron madridistas y parisinos en aquella edición de la ‘Champions Juvenil’ y en dos de ellas el actual jugador del Leipzig fue protagonista.
Primero, en la fase de grupos, donde hizo dos goles en la goleada que endosaron los galos a los blancos en el partido de ida, disputado en París. En la vuelta, jugada en el Di Stéfano, el equipo de Solari venció por 2-0, aunque en las semifinales celebradas en Nyon los franceses ganaron 4-1 y el objetivo madridista repartió dos asistencias. Los buenos informes que hicieron los ojeadores madridistas en aquel momento han ido mejorando con el paso de los años.