«Sabemos la trascendencia del partido del domingo, pero no hacemos lecturas trascendentales. Sabemos la importancia que tiene y se la damos. Aún es pronto en la clasificación, pero tiene un peso importante en el momento. Es un partido marcado en rojo en el calendario. Hasta ahora no hemos hablado mucho de él, pero a partir de ahora sí», decía Xabi Alonso en la sala de prensa del estadio Santiago Bernabéu, minutos después de ganar a la Juventus por la mínima. Esa respuesta llegaba a la pregunta de si sentía que se jugaba algo más que tres puntos en el duelo contra el Barcelona que se celebra este domingo en Chamartín. El donostiarra, públicamente, dice que no, pero de puertas para adentro la situación es muy diferente.
Xabi Alonso y su cuerpo técnico son plenamente conscientes de lo que se juegan el próximo domingo contra el Barcelona. La derrota frente al Atlético de Madrid en el último derbi, por cómo se produjo -ya que los rojiblancos endosaron una importante goleada a los madridistas-, dejó una herida abierta en el donostiarra, que poco a poco va sanando, pero que no terminará de curar hasta que gane a un grande. Y qué mejor grande que el Barcelona.
Por ello, tanto Xabi como los suyos tienen claro que ante el Barcelona hay en juego más que tres puntos. El donostiarra necesita ganar para recuperar el crédito perdido ante la afición y, sobre todo, ante las altas esferas madridistas, que esperan este encuentro con impaciencia. Una derrota normal en el Clásico sería un varapalo salvable por la situación del Real Madrid en la temporada, mientras que una derrota contundente, como las de la temporada pasada, haría mucho daño al vasco hasta el punto de hacer tambalear su futuro en el banquillo del Santiago Bernabéu.
Una cúpula preocupada
La cúpula del Real Madrid está preocupada desde que vio cómo el Atlético de Madrid endosaba cinco goles a los blancos en el Metropolitano. Es cierto que este ha sido el único pinchazo de los madridistas en lo que va de curso, pero fue tan severo que ha dejado huella. Tras el batacazo, los blancos han ido ganando sus encuentros, pero las esferas más altas del club no terminan de ver todo claro.
Sin ir más lejos, los que más mandan en el Real Madrid no terminaron contentos con el duelo contra la Juventus. Sí, los blancos ganaron, pero no entendieron la gestión del partido de Xabi Alonso. En concreto, no comprendieron cómo pudo sacar del campo a Arda Güler y Vinicius, cuando estaban siendo los mejores del encuentro.
Las decisiones de Xabi Alonso enfadan a algunos de sus jugadores -como le pasó a Vinicius, al que no le gustó ser cambiado contra la Juventus- y preocupan a los que mandan. Por ello, para el donostiarra este Clásico no es un partido más, sino un encuentro en el que está llamado a demostrar que su idea y su apuesta surten el efecto deseado.