Luka Modric ha perdido la titularidad con el Real Madrid en los últimos partidos. El croata se ha convertido en un inquilino habitual del banquillo en los encuentros importantes, lo que no ha implicado que su cambio de rol le impida seguir siendo determinante y fundamental en los planes de Zinedine Zidane. Pese a que ha sufrido un descenso en la cantidad de minutos jugados, Modric sigue teniendo un peso clave en el juego como jugador número 12, aportando frescura a la circulación, evitando así que el equipo se caiga con el avance del encuentro.
El ganador del Balón de Oro 2018 está siendo dosificado ante la carga de partidos de este arranque del curso. Comenzó jugándolo todo por la lesión de Kroos, pero tras volver del último parón, el entrenador madridista está gestionando sus apariciones en los encuentros importantes. Después de volver fundido del último parón, en el que jugó en los tres compromisos con Croacia, Zidane ha optado por que descanse en los partidos de máxima exigencia.
Que su presencia en el césped se haya reducido no ha implicado una pérdida de influencia en el equipo. Modric es el primer recurso con el que cuenta el francés para revolucionar los encuentros y darle solidez al equipo en el centro del campo a medida que el partido se acerca a su final. Un cambio de rol en el que el balcánico ha encajado a la perfección.
Modric fue suplente en el Camp Nou, donde entró en el minuto 68′ con el objetivo de hacerse con el control del balón para asegurar la victoria del Madrid. No sólo lo consiguió, sino que fue el artífice del gol que cerraba el encuentro. Ante el Mönchengladbach tampoco fue de la partida, pero en los 20 minutos que estuvo sobre el césped se dio un vuelco al juego del equipo que permitió empatar el encuentro en apenas cinco minutos. Después de jugarlo todo ante el Huesca, se prevé que contra el Inter vuelva al banquillo.
La explosión de Valverde en el comienzo de la temporada ha permitido que el técnico pueda prescindir del croata en momentos importantes, algo que no pudo hacer en el tramo final de la temporada pasada. El uruguayo a regresado al gran nivel que mostró en los inicios del curso pasado, convirtiéndose en una garantía en el centro del campo y facilitando las rotaciones en la parcela central.
Ante el adelantamiento de Valverde, Modric encara su última etapa en el Real Madrid. A sus 35 años, su carrera se aproxima a su final, al menos en lo que a la élite se refiere. Viviendo el que podría ser su último curso en el conjunto madridista, aún sigue teniendo un peso considerable dentro del juego del equipo, que sigue rindiendo mejor con la presencia de un buen Modric en el césped.